Sabías que a nivel mundial uno de cada cinco empleados sufre o ha sufrido violencia o acoso laboral. Estas cifras según un estudio que…
El término “acoso laboral” abarca todos y cada uno de los tipos de acoso que pueden darse en un entorno profesional. Tampoco se limita al acoso sexual, ya que es cualquier cosa que haga que alguien se sienta incómodo o inseguro en su entorno laboral se considera un caso de acoso laboral. El acosador puede ser cualquiera, incluidos los compañeros de trabajo, los supervisores e incluso los clientes. El motivo también varía, incluyendo aspectos discriminatorios, como la religión, la nacionalidad, la orientación sexual, el aspecto físico y la edad.
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La cultura de la empresa, así como la formación y las políticas habituales, desempeñan un papel importante en la prevención del acoso laboral. Lo que se considera un comportamiento aceptable es también muy subjetivo, lo que hace que el papel de la formación periódica y las políticas establecidas sea extremadamente importante para cultivar un entorno productivo y seguro para sus empleados.
La formación periódica proporciona una base para el comportamiento adecuado en el lugar de trabajo, mientras que las políticas de acoso dan a las víctimas pasos concretos sobre cómo denunciar los comportamientos ofensivos. Saber cómo detectar el acoso sexual y cómo manejarlo puede proteger a su empresa de la responsabilidad y a sus empleados de la angustia mental.
Uno de cada cinco empleados ha sufrido al menos una modalidad de violencia o acoso durante su vida laboral, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo y Gallup. Más de tres de cada cinco víctimas de violencia y acoso en el trabajo aseguran haberlo sufrido varias veces y, para la mayoría, el incidente más reciente sucedió en los últimos cinco años.
En todo el mundo, el 8,5%, aproximadamente 277 millones de personas, de los empleados han sufrido violencia física y acoso en su vida laboral, y la mayor parte de las víctimas son hombres. Con respecto a la violencia y acoso sexual, las mujeres están especialmente expuestas. Las mujeres jóvenes tienen el doble de probabilidades que los hombres jóvenes de sufrir violencia sexual y acoso en el ámbito laboral. A nivel regional, América mostró la mayor prevalencia de la violencia psicológica y el acoso con el 29,3%, seguidas de África con 20,2%.
El informe también revela que, en todo el mundo, sólo una de cada dos personas ha compartido con otra persona su experiencia de violencia y acoso en el trabajo, siendo las mujeres más propensas a contar lo sucedido. En la encuesta se preguntó a las víctimas qué canales de comunicación habían utilizado para compartir sus vivencias.
Un gran porcentaje recurrió con más frecuencia a amigos o familiares y los compañeros de trabajo fueron el segundo canal más utilizado. Por el contrario, los empleados fueron mucho menos propensos a recurrir a instituciones como la Policía, líderes comunitarios o inspectores de trabajo, sindicatos o representantes sindicales o servicios sociales u organizaciones sin ánimo de lucro.
A los encuestados que no compartieron sus experiencias se les pidió que seleccionaran razones para no haberlo hecho. Más de la mitad, 55%, creía que hablar de ello habría sido una “pérdida de tiempo”. La segunda respuesta más común, dada por el 44,5%, fue “temer por la propia reputación”.
Sin embargo, muchos de los encuestados no compartieron sus vivencias porque “los procedimientos en el trabajo no eran claros”, 43,1%, o por “falta de confianza en la Policía o los inspectores de trabajo”, 42,5%. Además, a un 40,8% les preocupaba que la gente se enterara en el trabajo y muchos no sabían qué hacer, 38,3%, o temían ser castigados, 33,2%.
¿QUÉ ES EL ACOSO?
Aunque el acoso puede parecer algo obvio cuando se produce, algunas personas realmente no comprenden el concepto de acoso o los comportamientos que conducen a un entorno de trabajo hostil. El acoso es cualquier comportamiento no deseado, físico o verbal, que hace que una persona se sienta incómoda, humillada o mentalmente angustiada.
Dependiendo de las leyes estatales, la definición y los límites de lo que se considera un comportamiento de acoso pueden variar ligeramente. Durante una demanda por acoso, se tienen en cuenta muchas cosas. Aunque las leyes de acoso difieren entre los estados, la mayoría de ellos consideran estos dos factores principales a la hora de decidir la validez de una acusación:
- La intención del agresor de molestar, amenazar o degradar a la víctima.
- Repetición y gravedad de la acción no deseada.
El acoso abarca una amplia gama de comportamientos no deseados, incluyendo el contacto físico y el abuso verbal que causa angustia emocional al acosado. El acoso puede darse en distintos ámbitos y de las maneras más diversas. Si lo lleva a cabo un individuo que pretende abusar de su poder o de su puesto jerárquico para intimar sexualmente con otra persona, se habla de acoso sexual.
