Los objetivos de la investigación llevada por la UNAM son estimar la tasa de diseminación del virus y los fármacos utilizados en el tratamiento del covid-19.
Una investigación entre la Facultad de Medicina (FM) y los Institutos de Geología (IGI) y Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que inició en mayo de 2020 para concluir en 2023, desarrolla una metodología para medir el nivel de diseminación del covid-19 en zonas localizadas del país monitoreando el virus SARS-CoV-2 y fármacos que usan contra esta enfermedad en aguas residuales.
“Una vez que este virus infecta al cuerpo humano pueden pasar algunos días para que se comience a expresar los síntomas de la enfermedad. Desde que inicia el periodo de latencia hasta que concluye el covid-19, el paciente excretará partículas virales (unas activas y otras inactivas) y posteriormente residuos de los fármacos que ha tomado como tratamiento”, señaló la máxima casa de estudios en un comunicado.
Por lo anterior, se puede establecer el nivel de diseminación de la enfermedad en una población monitoreando la carga del virus en el agua del drenaje. Un elemento importante a considerar, es que en otras naciones como en los Países Bajos y algunas ciudades de Estados Unidos, se ha recorrido a este tipo de estudios de universidades, empresas y otros asentamientos urbanos.
“Este ejercicio implica hacer un seguimiento de los restos del material genético del virus (ARN), a través de sofisticados métodos de purificación y análisis en muestras tan complejas como el agua del drenaje”, señaló Yolanda López Vidal, académica de la Facultad de Medicina.
Cabe destacar que este proyecto llevar por nombre: “Potencial de diseminación ambiental de SARS-CoV-2; un enfoque de riesgo a partir del suelo y ciclo urbano del agua en el centro de México”, el cual está financiado mediante un proyecto PAPIIT por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA) de la UNAM. De acuerdo con el escrito, los objetivos de la investigación son estimar la tasa de diseminación del virus y los fármacos utilizados en el tratamiento del covid-19, dar seguimiento a la inactivación del virus y a las variaciones en la concentración de los fármacos a lo largo del ciclo urbano del líquido; así como evaluar el riesgo de la llegada del virus activo a los campos agrícolas que se riegan con el agua residual de la Ciudad de México.
Para este fin, los investigadores y sus colegas tienen 12 puntos de muestreo entre la salida del agua residual de la Ciudad de México y su llegada al Valle del Mezquital. “Hasta ahora hemos hecho dos muestreos mensuales durante dos años”, sostuvo López Vidal.
A lo largo del monitoreo de sustancias farmacéuticas activas en el agua residual de la Ciudad de México, los científicos encontraron la presencia del antiinflamatorio dexametasona, el antibiótico azitrocmicina y el antiparasitario ivermectina, medicamentos sistemáticamente recetados a los pacientes infectados con covid-19 en diferentes grados de severidad. Aunado a ello, los especialistas coincidieron en que el estudio de partículas virales en el agua residual, seguirá siendo fundamental para conocer el destino de los virus en el medio ambiente, así como moldear nuestra percepción del riesgo de sufrir nuevos brotes asociados a posibles reservorios.