¿Sufres de pérdida de memoria? Para llevar a cabo este estudio, el equipo de Tony Wyss-Coray de la Universidad de Stanford en Estados Unidos, extrajo líquido cefalorraquídeo, que se encuentra en el sistema nervioso.
La enfermedad de alzheimer es una pandemia silenciosa, ya que muchas personas padecen esta patología. A medida que el cerebro envejece, el deterioro congnitivo aumenta junto con el riesgo de demencia y enfermedades neurodegenerativas. Por esta razón, un equipo de científicos descubrió una proteína que podría ayudar para la pérdida de memoria, pues constó en ratones cómo el líquido cefalorraquídeo de animales jóvenes mejora la memoria de los viejos.
Los resultados de esta investigación se publicó en la revista Nature, según los autores, las mejoras en la memoria que se observan en los ratones viejos que reciben líquido cefalorraquídeo de los más jóvenes, pueden atribuirse a los factores de crecimiento que han demostrado restaurar la función de las células neuronales.
De acuerdo con agencias, a medida que este órgano envejece, el deterioro cognitivo aumenta junto con el riesgo de demencia y enfermedades neurodegenerativas y la comprensión de cómo los factores sistémicos afectan el cerebro a lo largo de la vida ha arrojado luz sobre posibles tratamientos para frenar el envejecimiento cerebral.
El líquido cefalorraquídeo circula por los espacios huecos del cerebro, la médula espinal y entre dos de las meninges. Forma parte del entorno inmediato del cerebro, proporcionando a las células cerebrales nutrientes, moléculas de señalización y factores de crecimiento, pero su papel en el envejecimiento cerebral no se conoce bien.
¿EN QUÉ CONSISTIÓ EL ESTUDIO CON ROEDORES?
Para llevar a cabo este estudio, el equipo de Tony Wyss-Coray de la Universidad de Stanford en Estados Unidos, extrajo líquido cefalorraquídeo, que se encuentra en el sistema nervioso, a ratones de dos meses y medio de edad, que son como nueve años en humanos. Posteriormente probó inyectándoselo a roedores de 18 meses, es decir, el equivalente a 70 años de un humano.
Este intercambio de líquido cefalorraquídeo logró que los roedores más mayores, que no eran capaces de recordar una secuencia, lograran recuperar esta virtud perdida. La secuencia a la que fueron sometidos consistía en que si se encendía la luz recibían una corriente eléctrica. Tras la transfusión, los roedores viejos lograron ponerle alerta cuando la bombilla se encendía.
Ante los resultados, los científicos investigaron qué había cambiado en el cerebro de los ratones más mayores. El equipo de Stanford comprobó que en su cerebro se habían generado oligodendrocitos, unas células que forman parte del área blanca del cerebro y sustentan la parte gris, donde se sitúan las neuronas.
Tras analizar el hipocampo de los ratones más mayores, los investigadores identificaron una proteína del líquido cefalorraquídeo: Fgf17. Esta molécula es la encargada de activar la creación de oligodendrocitos en el cerebro por sí misma. Lo cual quiere decir que la inyección de proteínas de cerebros jóvenes a viejos podría mejorar notablemente la memoria de los roedores. Además, esta manipulación cerebral también podría rejuvenecer las propias células para que dichos animales pudieran mantener sus recuerdos durante más tiempo.
Si bien este estudio parece muy alentador, se encuentra en fase preliminar y sólo se ha llevado a cabo en ratones. No obstante, puede que en el futuro se utilice para intentar desarrollar una cura o al menos, un tratamiento para el alzheimer.
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