Saúl ‘Canelo’ Álvarez inició el 2018 con un grave golpe a su persona, a su prestigio y a su marca; el positivo por clembuterol detectado en febrero significó que la pelea ante Gennady Golovkin estuviese en hilos, programada en inicio para el 5 de mayo, se tuvo que reprogramar para septiembre.
Además de una sanción económica millonaria, se tuvo que retirar de los escenarios durante seis meses, entre otras cuestiones que afectaron su relación con las marcas allegadas al oriundo de Jalisco.
Sin embargo, una vez llegado septiembre, la pelea en Las Vegas significó un éxito para la taquilla, para el pago por evento y para el ‘Canelo’ mismo, el cual logró una victoria polémica, la cual fue discutida por aficionados y especialistas durante los días siguientes.
Poco tiempo después, el contrato comercial por 365 millones de dólares convirtió a Álvarez como el mejor deportista mexicano mejor remunerado de todos los tiempos.
Tras su última pelea, frente a Rocky Fielding en la que se convirtió en campeón en una tercera división definitiva (peso medio) la división de opiniones se acrecentó al indicar que el rival no representó una fuerte oposición para el ‘Canelo’.
En tanto, la distinción recibida por el gobierno de Enrique Peña Nieto al otorgarle el Premio Nacional de Deporte de 2018, le consignó estar de regreso en los grandes escenarios, se trató de la consolidación de un año que inició adverso y del que era más sencillo que los escándalos y los trabucos se hicieran más grandes.
Sin embargo, Saúl Álvarez entra al salón de los grandes peleadores mexicanos, si bien ayudado por toda la campaña mediática alrededor de su persona, el futuro del ‘Canelo’ sigue siendo prometedor, pues a sus 28 años, aún tiene muchos combates por librar.