Como parte de una disposición obligada por la ley en México, durante el mes de mayo las empresas deben repartir sus ganancias entre sus colaboradores, son las utilidades o también llamada participación de trabajadores en las utilidades (PTU por sus siglas), y por ley debe ser entregado a los empleados dentro de los 60 días posteriores a la presentación de declaración de impuestos anuales.
Según la Comisión Nacional para la Participación de los Trabajadores en las Utilidades de las Empresas, las utilidades corresponden al 10% de las ganancias de las compañías. La suma que se entrega a los trabajadores se divide en dos partes iguales: la primera se entrega de manera igualitaria entre todos los trabajadores, considerando el número de días laborados por cada uno, y la segunda corresponde a los salarios recibidos por cada empleado durante el año laborado. El reparto de las utilidades se da solamente cuando una empresa tiene más de un año de operaciones y reportó un ingreso anual mayor a 300,000 pesos.
El reparto de utilidades representa un derecho de los trabajadores que han tenido actividad laboral mayor a 60 días en el ejercicio fiscal correspondiente. Los trabajadores que dejaron de laborar antes de la fecha del depósito de utilidades pueden cobrar la parte que les corresponde del pago hasta un año después. Por otra parte, la prestación en cuestión prestación no aplica para directores, gerentes generales y administradores de la empresa y trabajadores domésticos.
A su vez, existen organizaciones que no están obligadas a repartir utilidades son, tales como las empresas con un año de creación o menos, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), instituciones públicas descentralizadas, instituciones con fines culturales, asistenciales o de beneficencia.
Si se diera el caso de que un trabajador o trabajadora no cuente con el pago por parte su patrón en la fecha señalada por ley, puede buscar asesoramiento con especialistas laborales y presentar una queja ante la autoridad correspondiente.