En el marco del Día Mundial de los Defectos Congénitos este 03 de marzo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) instó a detectar a tiempo los defectos congénitos, así como proporcionar el apoyo y la atención necesaria a los recién nacidos.
De acuerdo con la OPS, en América Latina y el Caribe aproximadamente 1 de cada 5 defunciones durante los primeros 28 días de vida se debe a defectos congénitos, anomalías que pueden ser estructurales o funcionales, y que ocurren durante la gestación.
Pero, ¿Qué son los defectos congénitos?
La Organización Mundial de la Salud define a los defectos congénito como anomalías estructurales o funcionales, como los trastornos metabólicos, que ocurren durante la vida intrauterina y se detectan durante el embarazo, en el parto o en un momento posterior de la vida.
¿Qué causa una malformación?
No es posible asignar una causa específica a casi el 50 por ciento de los casos, pero existen algunos factores de riesgo que influyen en su formación como:
- El nivel socioeconómico. Se calcula que el 94 por ciento de las anomalías congénitas graves aparecen en países de ingresos bajos y medios.
- Mala alimentación y adicciones. Estas situaciones inducen o aumentan la incidencia de un desarrollo prenatal anormal.
- Edad. Cuando la madre tiene una edad avanzada, se incrementa el riesgo de algunas alteraciones cromosómicas como el Síndrome de Down; las madres demasiado jóvenes pueden aumentar el riesgo de anomalías congénitas del feto.
- Factores genéticos.
- Infecciones. Como la sífilis o la rubéola.
- Factores ambientales.
¿Cuáles son los más comunes?
Los más comunes y graves son los defectos cardíacos congénitos, los defectos del tubo neural y anomalías cromosómicas como el síndrome de Down.
¿Cómo se pueden prevenir?
La mayoría de los casos de defectos de nacimiento son prevenibles o tratables, pero es importante tratar de identificarlos a tiempo. Estas son algunas maneras de prevenirlos:
- Controles prenatales en las mujeres embarazadas.
- Mejorar la dieta de las mujeres en edad fecunda, para garantizar el aporte de vitaminas y minerales esenciales como el ácido fólico;
- Asegurar que las mujeres eliminan o restringen el consumo de sustancias nocivas, como el alcohol y el tabaco;
- Controlar la diabetes preconcepcional y gestacional, a través de asesoramiento, control del peso, dieta y administración de la insulina cuando sea necesario;
- Evitar la exposición ambiental a sustancias peligrosas, como los metales pesados y los plaguicidas, durante el embarazo;
- Mejorar la cobertura vacunal, en especial contra el virus de la rubéola, en las niñas y las mujeres;
- Aumentar y fortalecer la formación del personal sanitario y de otros interesados en el fomento de la prevención de las anomalías congénitas;
- Acudir al médico en caso de presentar fiebre, dolor de cabeza, dolores al orinar y otras complicaciones.
De acuerdo con el Gobierno de México, se registraron 11 mil 339 niños y 8 mil 428 niñas nacidos con algún defecto del nacimiento en el 2016. No obstante, los bebés que sobreviven y viven con estas condiciones aumentan el riesgo de discapacidades a largo plazo.
Lo mejor es intervenir de manera temprana para mejorar la calidad de vida de los bebés, mejorar los sistemas de salud públicos y buscar los recursos locales y el tratamiento en caso de detectar algún defecto de nacimiento.