Día con día crece la preocupación por emplear dietas que ayuden a mejorar los estilos de vida que llevamos, donde el estrés es uno de los tantos elementos negativos que se buscan combatir al cambiar nuestra manera de comer.
Las personas hoy en día tienen mayor conciencia de sus dietas, restringen alimentos que pueden causarles problemas de salud, siguen tendencias que impactan de manera positiva en sus vidas y han motivado un mercado multimillonario.
En el caso de los tipos de dieta que imperan en el mercado, un estudio conducido por la firma Nielsen en Norteamérica (2016) descubrió que los elementos más considerados en una dieta fueron el consumo responsable de azúcar, una menor ingesta de sodio y un menor consumo de grasas.
Quizá la conciencia que ahora tienen las personas sobre los alimentos que consumen ha motivado un menor consumo de carbohidratos, harinas y lactosas, pues se trata de alimentos refinados o de origen animal, que no solo afectan en el aspecto físico de las personas por su consumo excesivo, sino que el aporte nutrimental es limitado.
El efecto directo de esto es que dietas como la macrobiótica se han vuelto cada vez más importantes, por lo que es necesario identificar en qué consiste una dieta de este tipo.
De acuerdo con Virginia Harper en Controlling Crohn’s Disease: The Natural Way, la dieta macrobiótica se compone entre un 40 y 50 por ciento de granos enteros como el maíz, trigo integral y la avena.
Muchos atribuyen al filósofo japonés George Ohsawa, la creación del concepto macrobiótico, el cual explica en obras como Essential Ohsawa: From Food to Health, Happiness to Freedom.
A decir de Ohsawa, existen siete leyes de la felicidad y la salud. La primera de ellas es la ausencia de cansancio, el cual se logra con una dieta macrobiótica por sus efectos, saludábles, energéticos y nutritivos.
La segunda regla es tener un buen apetito, lo que significa disfrutar solo los alimentos que se apetecen.
Una tercera regla es el sueño profundo, así como la buena memoría, el buen humor, la claridad mental y la justicia.