El aceite de coco es un aceite vegetal que se obtiene de la pulpa de los cocos, el fruto de las palmas. Este producto tiene un alto contenido energético y del que se mencionan todo tipo de propiedades.
Una de las peculiaridades del aceite de coco son los efectos de los ácidos grasos en el metabolismo de las personas que los consumen. Un estudio proyectado por la web de Manuel Sánchez Hernández advierte que el efecto de los ácidos grasos ayuda a reducir la grasa abdominal.
De acuerdo con la revista Elle, el aceite de coco favorece la cetosis, que es la quema de grasas al aumentar el metabolismo y la sensación de saciedad.
Esto ha colocado al aceite de coco como un producto con grandes efectos, sobre todo por sus propiedades medicinales que no se limitan al aspecto metabólico, sino que se expanden al combate de hongos e infecciones en el organismo.
Gracias a estas propiedades, la popularidad del aceite de coco ha detonado su producción, según la FAO, hasta los 60 millones de toneladas métricas durante 2017.
Recientemente la doctora Karin Michels, del Instituto para la Prevención y Epidemiología del Cáncer de la universidad de Friburgo, declaró que el aceite de coco era “veneno puro”, pues se trataba de un producto con altos niveles de ácidos saturados, lo que impacta en los niveles de colesterol.
Debido a esto resulta fundamental entender que el abuso en el consumo de productos resulta en una degeneración para el organismo, por eso es sumamente importante mantener supervisión médica o una dieta controlada por un especialista en nutrición, para lograr un balance entre los productos que se consumen.
