La realidad es que la ola de violencia machista no sólo ocurre en México, sino en varios países de todo el mundo y quienes sufren estos abusos, en muchas ocasiones son por su pareja.
En 2021, México sumó más de mil feminicidios, un 2.66 por ciento más que en 2021, lo cual refleja una constante violencia machista en un país criticado por no atender la inseguridad que padecen las mujeres, así como por una elevada impunidad en la mayoría de delitos.
De acuerdo a los datos presentados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, México registró 1,004 feminicidios y 978 en 2020. Tan sólo en el primer año del presidente Andrés Manuel López Obrador, el número de esos crímenes fue de 973. No obstante, también incrementaron las violaciones en un 28.1 por ciento entre 2021 y el año pasado, con 21 mil 189 casos, otro reflejo de la brutal y triste violencia machista.
Si bien los datos son lamentables, la realidad es que la ola de violencia hacia las mujeres no sólo ocurre en México, sino en varios países de todo el mundo y quienes sufren estos abusos, en muchas ocasiones, son por su pareja. En un reportaje titulado “Maltratadores ¿Pueden cambiar?” del periodista Rafael Ruiz para El País, se comparten distintos testimonios de hombres que fueron violentos antes de ingresar a terapias de rehabilitación y quienes no aceptaban sus actitudes machistas. Aquí la primer historia:
“Yo no sabía que era una persona violenta. Y lo era. Gracias a que me detuvieron, entendí que hay muchas otras formas de violencia que ejercemos y no nos damos cuenta. Tuvimos una discusión. En la calle. Con testigos. Mi mujer nunca me habría denunciado, pero había testigos, que fueron a la policía, normal. Fue por una cuestión de celos, la discusión fue subiendo de tono, la insulté, y en un momento de arrebato le di un cabezazo, empezó a llorar y a sangrar. Se sentó en la acera. Llegó la policía y una persona para atender a mujeres maltratadas. Y a mí se me encendió una luz, como si te quitaran un velo, sobre qué vida estaba llevando”.
Por sentencia, Pablo, de 43 años y padre de dos hijos, tuvo que acudir a sesiones de terapia que organiza la Asociación para la Convivencia Aspacia en España, que tiene como finalidad eliminar la violencia, proteger a las víctimas y promover la igualdad en las relaciones.
En el texto llevado por el medio, relata que ciertas actitudes rutinarias cometidas contra su esposa no le parecían anormales. Para Pedro, discutir con su mujer y dar puñetazos en la pared “no lo veía como violencia”. Sin embargo, con la terapia de rehabilitación asegura que ahora se da cuenta de que lo era, “que era el paso anterior a la violencia física y que te quedas ahí porque la otra personas se rebaja, no te hace frente”.
“Es como un virus que se va infiltrando en tu manera de ser, poco a poco te vas acostumbrando a comportarte de esa manera violenta, o miedosa. Te vas metiendo en una rueda, vuelves a perdonarte, te engañas a ti mismo y vas cayendo en una espiral, y cada vez es más pequeño el círculo entre un episodio de violencia y de perdón”, compartió.
Otro caso es el de Christopher, de 29 años, quien también violentó a su esposa y antes de recibir atención psicológica pensaba que empujar, jalonear y gritar era algo común. Narra que tenía problemas por el alcohol, pero que ahora todo es distinto, “he cambiado el cien por cien”.
“Llevo casi un año de tratamiento. Me parece muy positivo. Aprendes a hablar, a escuchar, a tratar a la gente. Son cosas que la gente puede decir que son pequeñas, pero yo veo que son muy importantes para la vida. Ahora tengo paciencia, escucho. No salto. Por fin he dejado atrás todo eso”, contó.
De acuerdo con el reportaje, al final de las terapias de rehabilitación se realiza un informe. El balance refiere que entre el 50 y 60 por ciento se estaban cumpliendo los objetivos, un 30 por ciento abandonaron el tratamiento y un 20 por ciento no logró ningún avance.
MÉXICO REEDUCA A HOMBRES VIOLENTOS
Por el suroeste de México existe el Centro de Reeducación para Hombres que Ejercen Violencia Contra las Mujeres (Crehvm), adscrito a las Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), siendo este el primer estado en el país que creó un centro para la sensibilización de hombres respecto a la violencia contra las mujeres.
En lugar no ofrece únicamente sesiones de reeducación, también servicios gratuitos de apoyo psicológico que se brindan por cinco especialistas formados en temas de género. Un dato importante a destacar es que lo hombres que participan en las sesiones llegaron ahí porque fueron canalizados por un juez o son atendidos en algún centro de reinserción social.
