Hablando de tendencias que llegan a predominar en ciertos ambientes, comunidades o grupos de personas que comparten alguna ideología o postura, la del rechazo a la vacunas médicas parece haberse propagado con cierta rapidez en distintos países y sus consecuencias podrían ser fatales.
Según estos grupos, las vacunas representan un riesgo para la salud de las personas toda vez que podría relacionarse con casos de autismo. Incluso han existido artículos que se publican en revistas científicas con tales afirmaciones, las cuales han provocado que exista un grupo cada vez mayor de personas que se oponen a la aplicación de vacunas en niños.
¿El resultado? Que la enfermedad de sarampión, por ejemplo, ha vivido nuevos brotes en distintos países del mundo y un mal que se creía erradicado podría poner en jaque a los sistemas de salud en el mundo.
El año pasado fue en Italia donde se presentaron casos y ahora es en Estados Unidos, en la ciudad de Nueva York, donde también han ocurrido casos. Si bien no se ha registrado que en México haya casos de sarampión, lo cierto es que la cercanía geográfica es mucho menor ahora.
Ante la situación las autoridades de esta ciudad estadounidense se ha hecho obligatorio que los alumnos de escuelas públicas de zonas como Brooklyn se sometan a la vacuna. Las multas por no obedecer tal disposición alcanzarían los mil dólares.
Fue en octubre del año pasado que se detectó el primer caso en esta ciudad, y en la actualidad la cifra ha alcanzado 280 menores de edad contagiados, una gran porción del total que se ha manifestado en toda la unión americana -495 casos-.
El caso específico de Nueva York podría haberse recrudecido por grupos religiosos judíos ortodoxos, que rechazan la vacuna por contener células extraídas de cerdos, animal que en su liturgia no puede ser consumido.
La Organización Mundial de la Salud ha alertado que el sarampión es altamente contagioso y asegura que el “el 90% de la gente alrededor de un contagiado es propensa a adquirir la enfermedad si no está vacunada.
Las vacunas representan una de las granes victorias de la humanidad pensante, se trata de una manera de garantizar condiciones mínimas de salud en los países y ahora se están viendo las consecuencias de seguir tendencias alarmistas que opinan que en realidad son una mal para la sociedad.