La especie emblemática de la Cuenca de México, ajolote, no sólo tiene su propio billete, sino también su propio día (1 de febrero). Es por eso, que hoy te contaremos a qué se debe su celebración y las curiosidades de este tipo de salamandra.
El ajolote o Ambystoma mexicano, es un tipo de salamandra con la característica poco habitual de conservar sus rasgos lavarles en su vida adulta, dicha condición que se conoce como neotenia, significa que mantiene su alerta dorsal de renacuajo y sus branquias externas, las cuales sobresalen de la parte trasera de su ancha cabeza en forma de plumas.
La especie emblemática de la Cuenca de México existe en los 180 kilómetros de los canales de Xochimilco en la capital del país. Uno de sus rasgos más valiosos, es que en la mitología azteca este animal simbolizaba el movimiento y la vida. Sin embargo, ese singular anfibio se encuentra en peligro crítico de extinción, según la lista roja de la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza, debido a la pérdida de hábitat, la introducción de especies invasoras, la sobreexplotación, contaminación y su consumo como alimento.
A todo esto, ¿por qué es su festejo el 1 de febrero? El mismo día pero de 2018, la revista científica Nature publicó el artículo “The axolotl genome and the Evolution of key tissue information regulators”, donde reveló los resultaros del complejo genoma del ajolote mexicano; 32 mil millones de pares de bases ADN, que representan 10 veces más respecto del genoma humano y con lo que se convirtió en el genoma más grande que ha secuencia la ciencia.
Por lo anterior, ese mismo año, el Senado de la Repúlica decretó el 1 de febrero como el Día Nacional del Ajolote Mexicano. Ahora sabiendo esto, te compartimos algunas curiosidades del “Peter Pan de las salamandras”, como lo ha llamado el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en ingles).
- Su peso varía, pero tiene un estimado de 0-95 a 3.6 kilogramos.
- Su dieta está basada en guanos, larvas de insectos, pequeños crustáceos y peces.
- Respecto a su expectativa de vida es de 10 a 15 años
- De color negro o marrón, albino o blanco, el ajolote mexicano conserva su aleta dorsal de renacuajo que se extiende casi por todo su cuerpo que mide de 15 y hasta 30 centímetros de longitud.
- Se le sigue capturando por tradición, incluso los acuarios comerciales los ofrecen clandestinamente como especie “rara”, a sabiendas que la NOM-059-2010-SEMARNAT, le confiere protección especial al listarla como especie amenazada.
LEYENDA PREHISPÁNICA
De acuerdo con la leyenda prehispánica del quinto sol, se dice que en la ciudad sagrada de Teotihuacán, la población azteca creía que cuando Nanahuatzin y Tecuciztécatl se tiraron a la hoguera se convirtieron en el sol y la luna, respectivamente. Al darse cuenta de que el sol y los astros seguían sin moverse, los dioses decidieron morir también, pero hubo uno que se negó al sacrificio: Xólotl.
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Este dios que le tuvo miedo a la muerte, decidió escapar del sacrificio mediante sus poderes de transformación; primero se convirtió en maíz, pero el verdugo lo encontró; se escapó nuevamente, se transformó en maguey y fue encontrado una vez más, hasta que finalmente se convirtió en un ajolote.
EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
Las condiciones actuales de los canales de Xochimilco son adversas por la contaminación del agua, el crecimiento urbano y sobre todo, por la presencia de especies exóticas que han mermado la población de ajolotes mexicanos.
Entre los esfuerzos emprendidos para rescatar al ajolote, según la Semarnat, destaca el Plan de Rescate Ecológico de Xochimilco, iniciado en 1989, del que es parte el proyecto “Conservación del ajolote (Ambystoma mexicanum) mediante su cultivo y siembra en el Parque Ecológico de Xochimilco”, auspiciado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), y desarrollado por el Patronato del Parque Ecológico de Xochimilco, A.C.
La Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza apuntó que dado las amenazas para la especie por la transformación del hábitat, incluida una modificación drástica del hábitat ribereño y una explosión de la población de peces depredadores como la tilapia, un plan de recuperación de la especie debe incluir el manejo y restauración del lugar donde viven. No obstante, cualquier esfuerzo debe tener cuidado de evitar la introducción de posibles enfermedades o problemas genéticos de colonias cautivas.
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