Siempre has vivido equivocado, estos alimentos tienen un origen muy diferente al que habías pensado. La pasta no es originaria de…
La mayoría de las personas sabe que las hamburguesas tienen su origen en Alemania y que los italianos no inventaron la pizza, pero hay otros alimentos que pueden sorprender. A menudo creemos que algunos platos son de un lugar en particular, cuando en realidad no lo son. Aquí hay seis ejemplos de alimentos que te han engañado:
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LAS GALLETAS DE LA SUERTE NO SON DE CHINA
En 2008, Yasuko Nakamachi, un estudiante japonés que investigaba el origen de las galletas de la fortuna, afirmó en The New York Times que en realidad son una invención japonesa. Según Nakamachi, una fábrica situada cerca de Kyoto ha estado produciendo galletas muy similares a las que se sirven en los restaurantes chinos de Estados Unidos durante tres generaciones. El propietario de la fábrica le contó que la práctica de incluir papelitos con mensajes en productos de confitería y dulces es común en Japón desde hace varias décadas.
LOS CHURROS NO SON DE MÉXICO
Todavía sigue siendo objeto de controversia el origen de los churros, incluso se debate si fueron creados por pastores españoles, marineros portugueses o chinos, sin embargo lo que está claro es que no tienen su origen en México, a pesar de lo que muchas personas creen, especialmente en Estados Unidos. Según algunas teorías, los pastores inventaron los churros al darse cuenta de que eran fáciles de hacer en un sartén sobre el fuego y los llamaron “churros” en referencia a las ovejas churras de la Península Ibérica.
LOS CROISSANT NO SON DE FRANCIA
Aunque su nombre sugiere lo contrario, el origen de este bollo en forma de media luna se remonta al siglo XVII en Viena. Fue la reina María Antonieta, nacida en Viena, quien introdujo estos deliciosos dulces en Francia un siglo más tarde. A lo largo del siglo XX, los pasteleros franceses popularizaron esta maravilla culinaria.
LA TARTA DE MANZANA NO ES DE ESTADOS UNIDOS
Aunque muchos restaurantes lo conocen como “Pastel americano de manzana“, podría ser necesario cambiar su nombre, ya que parece que fueron los británicos quienes lo cocinaron por primera vez como una tarta dulce. El poeta Robert Greene menciona por primera vez el pastel de manzana en un documento histórico, comparando el aliento de alguien con el aroma de una tarta de manzana.
LA PASTA NO ES DE ITALIA
Aunque la leyenda dice que Marco Polo importó pasta de China en el año 1200, la escritora gastronómica británica Jane Grigson cree que una empresa canadiense de espaguetis podría haber iniciado esa historia en la década de 1920. La pasta seca se hizo muy popular en los siglos XIV y XV, esto debido a su fácil almacenamiento. Esto permitía llevar pasta en los barcos cuando se exploraba el Nuevo Mundo.
En 1859, Hungría ya contaba con una fábrica de pasta, mientras que la empresa Buitoni, en el centro de Italia, empezó a producir pasta apenas ocho años después. La tendencia se trasladó a la actual República Checa en 1884.
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