El champán es una bebida burbujeante con alcohol que se toma más en Europa Occidental. Estos países consumen más champán en el mundo…
No hay nada mejor que una copa de burbujeante champán para celebrar la navidad o el fin de año. El champán posee una textura característica que cautiva los corazones de millones de personas en todo el mundo. 2019 fue un año récord para el champán, que ha superado la barrera de los 5 mil millones de euros, más de 100 billones de pesos, por primera vez en su historia.
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La dicotomía entre los resultados de las naciones maduras, estancadas, y las emergentes, en auge, ha sido un tema recurrente en el sector de las bebidas alcohólicas. Aunque algunas categorías han conseguido diversificarse geográficamente más allá de sus bastiones occidentales, el champán sigue demasiado centrado en Europa Occidental, que sigue representando la gran mayoría de las ventas mundiales.
El champán, un tipo de vino espumoso producido en la Champaña francesa, se ha consolidado como la bebida de las celebraciones por excelencia, como es el caso de la Navidad. Sin embargo, en España, la bebida gala tiene en el cava un importante competidor, denominación de origen que comercializa alrededor de 253 millones de botellas al año en todo el mundo, según datos de 2021.
En 2021 se expidieron 320,2 millones de botellas de champán en todo el mundo. Una parte importante de las ventas de este vino espumoso se realizó en la exportación. Estados Unidos encabezó la lista de los países importadores el año pasado, con 34,1 millones de botellas, seguido por el Reino Unido y Japón.
Como muestra esta infografía de Statista, España importó el año pasado 4,4 millones de botellas de champán, según el Comité Champagne, cifra relativamente baja en relación a la población y a la cercanía al mercado francés.
Últimamente los consumidores han revaluado sus prioridades y se preguntan cada vez más qué valoran realmente en los artículos de lujo. Las preferencias están pasando de la propiedad y la adquisición de cosas nuevas a la adquisición de experiencias más significativas y de la gran cantidad a la gran calidad y el valor global.
Esto quiere decir que los vinos finos como el champán y los licores están superando claramente a todas las demás categorías de lujo en términos de crecimiento en 2017. Este impulso pone aún más de relieve un cambio en el gasto de los consumidores, que pasan de los bienes de lujo personales, como relojes de lujo, joyas y artículos de cuero, a las experiencias de lujo, el bienestar y el estilo de vida.