La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) hizo un gran descubrimiento a través del telescopio Hubble, que tiene que ver con un agujero negro
El descubrimiento sobre el agujero negro se dio en la galaxia enana Heinze 2-10, gracias al telescopio espacial Hubble de la NASA.
El hallazgo fue de la existencia de un agujero negro que puede crear estrellas en lo más recóndito del espacio.
Una vez más el telescopio espacial Hubble ha ayudado a entender un poco más acerca del espacio y sus grandes misterios que lo acompañan.
Esta noticia es interesante ya que hasta este momento se creía que los hoyos negros absorbe todo a su alrededor.
La galaxia en cuestión se ubica a 30 millones de años luz en la constelación de Pyxis; este cuerpo cósmico contribuye a una tormenta de fuego y la formación de nuevas estrellas.
En cuanto a la galaxia Heinze 2-10, expertos afirman que contiene una décima parte del número de estrellas compuestas de hidrógeno y helio y que producen luz en plena Vía Láctea.
De acuerdo con el investigador de las observaciones del Hubble, Amy Reines, se generó un debate en torno a esta galaxia desde hace diez años, debido a que se pretendía saber si las pequeñas enanas tienen o no un tipo de agujero negro proporcional a los de las galaxias más grandes.
“Hace diez años, cuando era estudiante de posgrado y pensaba que dedicaría su carrera a la formación de estrellas, miré los datos de Henize 2-10 y todo cambió”, dijo Amy Reines.
Amy publicó la primera evidencia de un agujero negro en la galaxia en 2011 y es el investigador principal de las nuevas observaciones del Hubble.
Este descubrimiento puede resolver varias incógnitas acerca de estos astros espaciales, ya que se están conociendo diferentes comportamientos y también se puede llegar a saber cómo se originan dichos agujeros.
El Hubble muestra la imagen de una salida de gas “que se extiende por el espacio como un cordón umbilical hacia una brillante guardería estelar”, mencionó la NASA.
Asimismo se destaca que esto es lo opuesto a lo que se ha visto hasta ahora en galaxias más grandes, donde todo material cósmico que cae en un agujero negro es atraído hacia él por los campos magnéticos.
La espectroscopia de Hubble muestra que el flujo de salida se movía a aproximadamente un millón de millas por hora, “golpeando el gas denso como una manguera de jardín, golpeando un montón de tierra y extendiéndose”. Los cúmulos de estrellas recién nacidas salpican el camino de la propagación del flujo de salida, sus edades también calculadas por Hubble.
“Es un rompecabezas persistente para los astrónomos. La relación entre la masa de la galaxia y su agujero negro puede dar pistas. El agujero negro en Henize 2-10 tiene alrededor de 1 millón de masas solares”, se lee en el documento de la NASA.
Reines espera que en el futuro se dirija aún más investigación a los agujeros negros de las galaxias enanas, con el objetivo de usarlos como pistas para el misterio de cómo se formaron los agujeros negros supermasivos en el universo primitivo.
“La era de los primeros agujeros negros no es algo que hayamos podido ver, por lo que realmente se ha convertido en la gran pregunta: ¿de dónde vienen? Las galaxias enanas pueden conservar algún recuerdo del escenario de siembra de agujeros negros que, de otro modo, ha sido perdido en el tiempo y el espacio”, compartió Reines.