A pesar de la agresión, Paola fue condenada a un duro castigo, aunque por fortuna no se concretó la sentencia gracias a que la economista, antropóloga y politóloga logró salir de Doha, pero no podrá volver a su trabajo de ensueño, lo cual es una injusticia.
De acuerdo con una publicación de Paola Schietekat, los hecho ocurrieron el 6 de junio del 2021 y la politóloga dió a conocer el caso de violencia al que fue sometida en un artículo, así como las situaciones de violencia que ha sufrido.
“Tenía 16 años cuando mi primer novio me encerró en su departamento, me violó y amenazó con matarme después de darme una paliza que dejó marcas visibles por varias semanas, todo por un arranque de celos”, contó para demostrar la recurrencia de las agresiones que padecen las mujeres.
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“Recuerdo el camino de regreso a mi casa, pensando en qué iba a decirle a mis papás para justificar las horas en las que no les contesté el teléfono, en cómo iba a ocultar las marcas, porque claramente sentía que era mi culpa, y porque era una niña, sin la capacidad de racionalizar que lo que acababa de vivir era un intento de feminicidio, y porque era una víctima de violencia sexual, que interiorizó, como hacen muchas, la culpa y la vergüenza de lo sucedido”, agregó.
Schietekat tardó una década en compartir su experiencia, la cual no fue sencilla de superar.
“En esos diez años, mi agresor se casó y tuvo una hija. Me enfurecí conmigo misma por no haber denunciado, por no haberme querido y respetado lo suficiente como para denunciar a alguien que hizo semejante daño. No faltaron ocasiones en las que, personas en quienes confié mi testimonio, me preguntaron, extrañados, por qué no había denunciado. Eso sólo añadía leña a un fuego que ni siquiera yo había iniciado, y que tampoco me correspondía apagar”, explicó.
Sin embargo, siguió con su vida y estudió Relaciones Internacionales, Ciencias de la Conducta, Antropología y Políticas Públicas en México y en el extranjero, en universidades en Kuwait y en Oxford respectivamente. Su arduo trabajo la llevó a ser economista conductual en el Comité Organizador del Mundial.
Además, la mexicana escribió que se sentía decepcionada de todo el proceso legal, así como delCónsul mexicano en Catar.
Su experiencia de abuso
El abuso sexual ocurrió el 6 de junio de 2021. Mientras ella dormía, un hombre que consideraba su amigo y era cercano a ella, entró a su departamento.
“Después de un forcejeo breve, pues su fuerza sobrepasaba la mía, terminé en el piso. Horas después, me salieron moretones en todo el brazo izquierdo, el hombro y la espalda. Mantuve la cabeza fría: le avisé a mi mamá, a un colega del trabajo y documenté todo con fotos, para que mi memoria, en un intento de autoprotección, no minimizara los eventos o borrara por completo parte de ellos”, detalló.
Ante la desagradable situación, Schietekat denunció sus experiencias previas también. La mexicana de inmediato fue al médico para tramitar el certificado del abuso sexual que demostrara al agresión. Fue acompañada por Luis Ancona, el Cónsul de México en Catar.
En cuanto al agresor, aseguró que se encontraba en una relación con la mexicana, y que la relación sexual había sido consensuada, por lo cual Schietekat Sedas pasó de ser acusadora a acusada.
Todo se complicó aún mas ya que en el país, las relaciones extramaritales son consideradas un delito, además de haber descartado el delito que denunciaba, así que se le aplicó una condena de 100 latigazos y 7 años en prisión. Y su abogada le recomendó casarse con su agresor para evitar la condena.
Fue gracias a la ayuda del Comité Organizador del Mundial y de Human Rights Watch, que la mexicana pudo salir de Qatar y volver a México. Aunque la situación no cambió tanto, pues las autoridades mexicanas tampoco la ayudaron.