En los últimos años las sociedades de Latinoamérica han levantado la voz ante las injusticias en sus naciones, lo sorprendente es que en una nación sucedió a la par o a la brevedad que en otra, marcando una diferencia en muchas ocasiones para la población y logrando que el gobierno los escuche.
A pesar de vivir en un mismo continente, cada país lucha contra sus propias injusticias y gobierno, pero la mayoría están relacionadas con la exigencia de garantías sociales, la eliminación de desigualdades y la corrupción dentro de las filas gubernamentales.
Para Marta Lagos, analista política y directora de la encuesta regional Latinobarómetro, los hartazgos sociales llegaron en un punto en el que los ciudadanos son más abiertos, educados, con mayor información y mejor capacidad para organizarse y exigirle a sus gobernantes.
Estas protestas no han sido del todo pacíficas, pues entre cantos, bailes y consignas, también hubo llamas, humo y disparos, pero la lucha de las sociedades de América Latinas siguen en curso.
Lo relevante es que en la mayoría de los casos, estas protestas se registraron cuando los gobiernos se manifestaban como izquierdistas, pero la democracia seguía pareciendo una opción valida únicamente para las minorías y elites de las naciones, por lo que en ocasiones la lucha va más allá de libertad, sino por los propios derechos básicos como la salud, la educación o un salario digno.
Para Martha lagos, el 2018 fue el año del fin de la tercera ola de democracias en Latinoamérica la cual tiene líderes con nombre y apellido, en donde el país queda en segundo plano, detrás de la persona que lo encabeza, lo que ha viciado el gobierno en general e incumpliendo con lo que deberían de cumplir.
¿La más reciente? La lucha de Colombia que surgió en respuesta contra un proyecto de reforma tributaria impulsado por el gobierno de Iván Duque, el cual fue retirado por el propio mandatario, pero Colombia sigue ardiendo en llamas ante los abusos policiacos y el temor de que la el proyecto de reforma reaparezca con un nombre diferente.
Ante esto, en varios video difundidos en internet, se observa como algunos colombianos aseguran que esta protesta no terminará hasta que Iván Duque desista a la presidencia colombiana, por lo que aún no se ve un fin para el levantamiento.
Aquí te dejamos algunas otras manifestaciones que se han vivido en los últimos tres años en América Latina:
Chile
Entre octubre de 2019 y marzo de 2020, se formó el ‘Estallido social’, nombre que recibieron las manifestaciones masivas y graves disturbios originados en Santiago y propagados a todas las regiones de Chile.
¿Por qué luchaban? Todo comenzó por la alza tarifaria del transporte público, pero pronto salieron al aire otras causas por las cuales luchar: el alto costo de la vida (hasta 2019 Santiago era la segunda ciudad más onerosa de Latinoamérica), bajas pensiones, precios elevados de fármacos y tratamientos de salud, y un rechazo generalizado a toda la clase política y al descrédito institucional acumulado durante los últimos años, incluyendo a la propia Constitución del país, la cual existe desde 1980.
¿Qué lograron? Ante la presión de más de 3 millones de chilenos, el gobierno de Sebastián Piñera respondió con una serie de medidas denominadas “Nueva Agenda Social”, en la cual se incluirían medidas sobre temas como la salud y las pensiones. Se revirtieron los aumentos en las tarifas del transporte público e incluso se planteó el plan de redactar una nueva nueva Constitución Política.
Bolivia
A finales de octubre de 2019 en Bolivia comenzaron los bloqueos, marchas y recriminaciones al gobierno del país ante los resultados de las elecciones bolivianas en las que resultó electo el presidente izquierdista Evo Morales.
¿Por qué luchaban? Los manifestantes y la oposición aseveraban que las autoridades electorales habían manipulado el recuento de votos para poder declarar ganador a Morales, el líder socialista de toda la nación, pues luego de que los funcionarios electorales detuvieran el conteo de votos durante 24 horas, y al regresar Evo tomó una delantera sorpresiva.
Ante esto, las protestas al igual que en Chile y Colombia se tornaron violentas, con enfrentamientos con la policía antidisturbios en varias ciudades; Morales denunció que la derecha boliviana habría preparado un golpe de estado y lanzó un llamado a los bolivianos a “defender la democracia”, para luego salir a México en condición de refugiado.
¿Qué lograron? Tras la salida de Morales del poder, Jeanine Áñez tomó su lugar como presidenta interina de Bolivia, y aunque en un principio aseguró que no buscaría quedarse en el poder, lo intentó en enero hasta que terminó renunciando a su postulación a finales de septiembre.
Morales dimitió el pasado 10 de noviembre, pero en medio de los conflictos sociales que estallaron tras su renuncia, una veintena de personas fallecieron ante lo que también fue un abuso policiaco.
A pesar de que en 2020 se registraron las primeras elecciones tras el caso de Morales, en muchas partes del país la polarización sobre si fue un fraude electoral o una conspiración golpista se mantiene presente.
¿Qué sigue para Latinoamérica?
Las manifestaciones en América Latina podrían no tener un fin próximo en los años por venir a menos que los gobiernos comiencen a cumplir con las garantías de los ciudadanos, lo cual podría no ser posible ante el agravamiento de las situaciones políticas, sociales y económicas tras la pandemia de coronavirus Covid-19, pues incluso con el virus en el aire, la voz de los latinos sigue saliendo a exigir justicia las calles.
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