El 2 de febrero es una de las festividades que mayor apetito despiertan a los mexicanos. Y, es que además de conmemorarse una fecha catlólica, en el país se celebran comiendo tamales.
La costumbre popular indica que, a toda a aquella persona que le haya salido el muñeco de plástico en la rosca que se parte el 6 de enero (día de Reyes, otra celebración católica), por lo que tendrá que poner los tamales y atoles el segundo día del segundo mes del año.
Seguramente la mayoría no conocemos el origen de este rito, pero alguna vez hemos participado de una de estas celebraciones, recordemos que más del 89 por ciento de la población en el país es considerado católico (practicante o no), esto según el Inegi. Bueno, te compartimos este y otros datos muy interesantes sobre el tamal en México.
1. De acuerdo on investigadores del INAH, citados por El Universal, el día de la Candelaria culmina el ciclo de festividades de la Navidad y, sus orígenes se remontan a una apropiación por parte de los católicos de una costumbre judía: la Ley de Moisés, la cual exigía que todas las familias debían presentar a sus primogénitos en el templo a los 40 días de nacidos.
2. Durante la época de evangelización en el México colonial, la iglesia católica compaginó esta costumbre con una tradición mesoamericana que coincidía con los últimos días de su calendario. Entonces, parte del sincretismo cultural fue incluir el consumo de tamales durante estas celebraciones.
3. Según el Códice Florentino, en aquella época existían unos 30 tipos de tamales, pero en la actualidad hay más de 500 variedades, provenientes de la mezcla de ingredientes de origen mestizo y que en otros países de Latinoamérica también se prepara este platillo: Venezuela, Perú, Costa Rica, y El Salvador, por citar algunos.
4. Entonces, una vez que sabemos de dónde proviene la tradición de comer tamales el 2 de febrero, ahora te interesará saber que, en promedio, el gasto de una comida para 10 personas, que incluye 5 docenas de tamales envueltos en hoja de maíz y 3 litros de atole, representará un presupuesto de 890 pesos a 1,540 pesos, esto de acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
5. La realidad es que no sólo los comemos el 2 de febrero. De hecho, de acuerdo con un estudio de Kantar, tanto los tamales como el atole se consumen en casa principalmente en fin de semana, 51 por ciento de las ocasiones es durante el desayuno y por ciento en la cena.
6. Y, por su puesto, no nos lo pasamos a brincos. El estudio refiere que “el 66 por ciento de las veces que consumimos tamales lo acompañamos de atole o chocolate, seguido de café (15 por ciento).
7. Al final, mas que por salud o tradición, la realidad es que el 40 por ciento de las familias lo comen por placer o antojo.