Aunque Adolf Hitler fue uno de los personajes históricos más poderosos y conflictivos del siglo pasado, existieron otros nazis que actuaron cruelmente en contra de los judíos durante el Holocausto
Es bien sabido que Adolf Hitler fue uno de los personajes más sanguinarios del siglo XX. Durante su gobierno en Alemania conocido como “Tercer Reich”, llevó a cabo brutales limpias raciales en lo que se conoció como Holocausto. Sus ansias expansionistas detonaron la Segunda Guerra Mundial, donde millones de judíos fueron asesinados cruelmente.
No fue hasta el 1 de mayo de 1945 a las 21:30 horas, que la radio de Hamburgo informó, compañada de la música solemne de Richard Wagner, compositor predilecto de Hitler, la caída del líder nazi. Terminó suicidándose el 30 de abril de 1945 en su búnker de Berlín, mientras las tropas de la Unión Soviética entraban en la capital alemana.
La brutalidad del nacionalsocialismo, comúnmente acortado a nazismo, arrebató la vida de unos seis millones de judíos, pues creían que los alemanes eran una “raza superior”, mientras los demás eran “inferiores” y por ende, representaban una amenaza para la denominada comunidad racial de Alemania. A lo largo de esta persecución y asesinato sistemático, existieron varios personajes que actuaron igual o peor que su Führer. Entre ellos:
EL “CARNICERO DE CRACOVIA”
Este personaje volvió al ojo público cuando el actor Ralph Fiennes lo interpretó en la película La lista de Schindler, pero ¿quién fue? Amon Göth nació el 11 de diciembre de 1908 en Viena, fue un oficial nazi encargado de dirigir el campo de concentración de Plaszow en Polonia. Fue acusado de crímenes contra la humanidad, por lo que fue ejecutado y apodado como “el carnicero de Plaszow o Cracovia”.
De acuerdo con National Geographic, fue tanto el terror que provocó en los judíos, que durante el rodaje de la película, Mila Pfefferberg, una sobreviviente del campo de concentración, le presentaron al actor Fiennes quien vestía con el uniforme de las SS. “Al verle vestido comenzó a temblar de manera incontrolable porque le recordó vivamente al sádico nazi”.
A sus 17 años, Göth dejó los estudios para unirse a las juventudes hitlerianas. En su adultez empezó a consumir alcohol de un modo exagerado y protagonizó episodios de violencia extrema. En 1934 se casó con Olga Janauschek, a las cual abandonó meses más tarde.
Participó en la “Operación Reinhard”, que tenía como propósito asesinar a todos los judíos polacos como preludio del Holocausto.
En su discurso de la inauguración del recién construido campo de Plaszow, el ya comandante Amon advirtió que era “su Dios” y por ende debían hacer lo que él les ordenara. Este asesinaba a prisioneros de forma indiscriminatoria todos los días. Sus dos perros, Rolf y Ralf, estaban entrenados para atacar y desgarrar a los judíos hasta la muerte.
Aunado a esto, disparaba a los presos desde la ventana de su oficina junto al campo, si veía que se paraban o descansaban en el patio.
“Un día mató a un carnicero porque la sopa estaba muy caliente y trató de forma brutal a sus dos criadas, quienes temían por sus vidas a diario”, apuntó la revista.
“DOCTOR MUERTE”
Aribert Heim, más conocido como “Doctor Muerte”, falleció en 1992 a causa de un cáncer de colón. A lo largo de su vida fue uno los criminales nazi más buscados por los actos criminales cometidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Nació el 28 de junio de 1914 en Austria. Se ubicó al partido nazi en 1935, tres años antes de que Austria fuera anexada por Alemania; posteriormente se unió a las Waffen SS. El médico fue acusado de haber asesinado a cientos de reclusos mientras se desempeñaba como médico en el campo de concentración de Mauthausen en Austria, donde se ganó su apodo.
Mató a los judíos con métodos excepcionalmente crueles. Según los sobrevivientes del Holocausto, realizó operaciones y amputaciones sin anestesia para ver cuánto dolor podían soportar sus víctimas.
Supuestamente inyectaba gasolina directamente al corazón de las víctimas, agua o veneno y cuando estaba aburrido, aparentemente cronometraba las muertes de los pacientes. Según un testimonio de un sobreviviente, un día cortó la cabeza de un prisionero judío para después hervirla y así permitir que el cráneo se usara como exhibición.