Siempre buscas ser el mejor en lo que haces, pero en ocasiones eres tú mismo quien se frena para conseguirlo. Para detectar si estás saboteando tu energía emocional, existen 10 hábitos negativos que puedes erradicar.
No sonríes. Esto comunica empatía y seguridad que será recíproca, por lo que el ánimo que das a los demás se regresará.
Impuntualidad. Llegar tarde ya de por sí te coloca en desventaja con la persona con la que quedaste en una cita, ser impuntual en todo, te roba la energía porque la inviertes en el estrés de camino.
Evitar el networking. Moverte de tu círculo de amigos retroalimenta tu energía, pues mantenerte con tus amigos todo el tiempo forma una energía constante, pero al moverte, las aportaciones de otras personas alimentan tu vida social.
No meditas. Darte un espacio de reflexión y recuperación del día a día está drenando tu energía emocional y por ello que es que estás emitiendo a los demás mal humor, lo que la final impactará incluso en tu vida profesional.
No pones límites. Los límites funcionan para los demás, pero también para ti. Ponerte un horario para dedicar al trabajo, para dedicar a tu pareja, a tus estudios o recreación es una forma inteligente de distribuir tu energía emocional.
No conectas con la naturaleza. Pasamos tanto tiempo en la oficina o en la casa que pocas veces nos alimentamos con la energía de vida que transmite la naturaleza y no sólo aplica con ir al bosque, sino caminar por un parque basta para refrescar la energía emocional.
Estás rodeado de la gente incorrecta. La gente negativa predomina desafortunadamente, pero no por eso debes mantener en tu círculo cercano a personas con esa energía. Trata de rodearte de gente en la misma sintonía, positiva, que busca progresa, trabaja por lo que quiere, gente que aporta.
Aléjate del smartphone. Tu vida no es Facebook, Instagram o Twitter, las cosas que más te alimentan son tus seres queridos. Si bien puedes recrearte con redes sociales y juegos en el celular, lo más importante es que convivas con los demás.