Una de cada ocho personas está afectada por problemas de salud mental. Pero, ¿en Latinoamérica se preocupan por la salud mental?
Al menos una de cada ocho personas está afectada por problemas de salud mental. La pandemia de COVID-19 provocó un aumento de aproximadamente el 25% en la prevalencia de la ansiedad y la depresión en todo el mundo. Creó una crisis mundial para la salud mental, mientras que los servicios, las competencias y la financiación para la salud mental siguen siendo escasos y están muy por debajo de lo necesario, especialmente en los países de ingresos bajos y medios.
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Latinoamérica ha presenciado, en los últimos cinco años, un aumento constante en la importancia que le dan los ciudadanos a la salud mental, según el Monitor global de salud 2022 de Ipsos. El informe muestra la opinión de más de 23,500 encuestados de 34 países, seis de ellos de América Latina, acerca de cuáles consideran que son los mayores problemas de salud que enfrentan las personas en su país hoy en día.
Aunque el coronavirus sigue siendo la principal preocupación a nivel mundial, ha disminuido significativamente desde 2021 y la salud mental se convirtió en la segunda mayor inquietud en todo el mundo, superando al cáncer. Chile es el que posee actualmente el porcentaje más alto de la región en cuanto a la preocupación por la salud mental y si bien hubo un aumento generalizado en todos los países, México es el que tiene el porcentaje más bajo.
Además de la ansiedad y la depresión causadas por la pandemia, la OMS afirma que las crecientes desigualdades sociales y económicas, los conflictos prolongados, la violencia y las emergencias de salud pública que afectan a poblaciones enteras amenazan el progreso hacia la mejora del bienestar.
En 2021, al menos 84 millones de personas se vieron obligadas a mudarse por conflictos y catástrofes naturales, al mismo tiempo, según la OMS, los servicios de salud mental se han visto gravemente perturbados, y la brecha en el tratamiento de las afecciones mentales ha aumentado.
Según las cifras de la OMS las personas con problemas de salud mental mueren prematuramente, hasta 20 años antes que la media, debido a afecciones físicas prevenibles. También tienen más probabilidades de sufrir graves violaciones de los derechos humanos, discriminación y estigmatización en algunos países.
Se calcula que cada año se pierden 12 mil millones de días de trabajo a causa de la depresión y la ansiedad, lo que, según la OMS, cuesta a la economía mundial casi 1 billón de dólares. Incluso cuando hay ayuda disponible, el estigma y la discriminación impiden a muchas personas recibir la atención que necesitan.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible de Buena Salud y Bienestar de las Naciones Unidas pide que el 80% de los países integren la salud mental en la atención primaria de salud para 2030. Sin embargo, los datos de la OMS publicados en 2021 mostraban que sólo el 25% de los países contaban con un sistema para hacerlo.