Hace unos días explicaba que el coaching es la oportunidad para el profesional, y las empresas, de mejorar desde la productividad, hasta el ambiente laboral.
Es realizado por una persona, que lógicamente se llama coach, quien está especializado en guiar y estimular al profesional a superarse y llegar al pleno potencial, impulsando su marca personal.
Pero como todo en la vida, depende en gran parte de con qué actitud se tome para que dé frutos en cada individuo. Existen al menos 5 reglas que al seguirse, pueden cambiar tu vida.
El coach ayudará a esclarecer de forma importante las problemáticas personales que generan afectación en negocios y vida, ventas, desarrollo de relaciones, seguridad personal, etcétera.
Para lograr esto:
Asiste
No estés disponible y localizable, deja de lado las distracciones y da tiempo de calidad al coach.
No juzgues
Es muy fácil decirle al coach que no lo hizo bien, pero realmente es eso ¿o que no puedes con una situación que no controlas? Da la oportunidad de exponer y después podrás justificar tus críticas.
Escucha con atención
Las primeras 100 palabras dan pistas sobre lo que es importante para el coachee en este momento.
Haz preguntas
Es aceptable que como asistentes te permitas compartir los conocimientos que consideres pertinentes y relevantes, pero el coach siempre es quien debe enseñar, por algo él está a cargo, así que más que aportes, haz preguntas.
Acción
Luego de todo esto, las sesiones más efectivas resultan aquellas en las que el aprendiz propone cómo ejecutará la lección en su vida diaria, así que no dudes, ¡sólo hazlo!
Este es un ejemplo de sesión: