La generación de 1968 y su legado cultural. ¿Cómo surgió el movimiento estudiantil en México?
La juventud de 1968 se caracterizó por ser rebelde, relajada, apasionada. Hijos de aquellos que vivieron la postguerra, por lo cual la idea de rigidez con los nuevos jóvenes era completamente contradictoria. Pero, ¿quiénes eran estos jóvenes y qué buscaban?
El 2 de octubre no se olvida, ya que cientos de jóvenes fueron asesinados en la Plaza de las Tres Culturas por órdenes de presidencia. Pero vamos por partes, más allá del movimiento estudiantil, ¿qué otros aspectos eran los que conformaban a ese sector de la sociedad?
Los jóvenes de ese entonces estaban fuertemente influenciados por los movimientos sociales de otros países, como fue el caso de las protestas en contra de la guerra de Vietnam en Estados Unidos, donde los hippies se oponía, el mayo francés o la primavera de Praga.
Pero en el caso de los mexicanos, las cuestiones políticas eran similares, en el sentido que existía desigualdad (como sigue existiendo), así como algunas inconformidades sociales, mismas que estallaron durante una serie de protestas estudiantiles, a las que se sumaron obreros, médicos y maestros.
¿Cómo surge el movimiento estudiantil?
Su origen es más simple de lo que parece, ya que fue una confrontación entre estudiantes de la vocacional 5 del PIN contra estudiantes de la Preparatoria Isaac Ochoterena, de la UNAM, lo que comenzó como una riña común de chicos, terminó en represión por parte de un grupo de policías, la cual excedió en fuerza. Fue tal la brutalidad que los estudiantes de la vocacional realizaron una protesta, que se llevó acabo el 26 de julio de 1968.
Durante la protesta se convocaron a 10 mil estudiantes del IPN, pero el contingente fue atacado por granaderos en las calles a la altura de Isabel la Católica con Madero. Donde resultaron heridas 500 personas.
Posteriormente, el gobierno sentía que estaba saliendo de sus manos todo, por lo que el 30 de julio, el ejército tiró la puerta de la Preparatoria 1 de un basucazo. Hecho que causó tensión y por lo cual el rector decidió tomar postura. Así que estudiantes de la UNAM se unieron y convocaron un paro.
Cada vez más había represión y vigilancia a estudiantes. Así que para el 2 de agosto de 1968, pro primera y única vez en la historia un rector de la UNAM marchó con los jóvenes.
Javier Barrios Sierra junto con cerca de 100 mil universitarios, politécnicos, normalistas y de la Universidad Autónoma de Chapingo marcharon. Se estimaban llegar al zócalo pero se le informó al rector que había granaderos y tanques a la altura del Parque Hundido.
De acuerdo con Animal Político, Barrios expresó a los manifestantes:
“Se juegan no sólo los destinos de la Universidad y del Politécnico, sino las causas más entrañables del pueblo de México. Por primera vez, universitarios y politécnicos, hermanados, defienden la vigencia de las libertades democráticas en México. Vamos, pues, compañeros, a expresarnos”.
La tensión fue incrementando, los jóvenes se encontraban cada vez más en contra del hasta que terminó en la matanza del 2 de octubre.
Sin embargo, la contracultura de los jóvenes del 68, la cual estaba llena de irreverencia, ganas por escribir su propia historia, el inicio del rock, la llegada de la píldora anticonceptiva, las minifaldas, el LSD, todo ello representó un cambio, al cual el gobierno mexicano tenía terror, porque sentía que se le salía de sus manos. Pero nunca entendió que era como contener un mar mismo.
De acuerdo con el profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Armando Rojas Arévalo comentó en entrevista:
“Los jóvenes de hoy, quizá son el comportamiento, la conducta, es herencia de aquella revolución que hubo. Hoy son más libres, mas abiertos, mas rebeldes activos… Peor los jóvenes siempre seremos rebeldes por naturaleza, siempre estaremos en contra de algo sin saber qué es ese algo”
Al final, las protestas del 68, siguen siendo un reflejo de nuestra sociedad actual, misma que sigue en lucha, en la búsqueda de su libertad e identidad.
“Los jóvenes ahora son más conscientes de lo que quiere, pero es una herencia que nos dejó el 68, de no quedarnos callados”, comentó Arévalo.
Recordar y conocer nuestra historia, es primordial para saber en qué hemos fallado como sociedad y sobre todo, para no repetir la tragedia vivida. Por eso y más, el 2 de octubre no debe de ser olvidado, si no estudiado y comprendido.
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