Inició la era Martino, el camino de México para Qatar 2022

Martino, al igual que Osorio, no estará involucrado en temas comerciales, por lo que su función estará dedicada en su totalidad al aspecto deportivo

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Imagen de Twitter @FEMEXFUT

Han pasado seis meses desde que finalizó la participación de la Selección Mexicana en el Mundial de Rusia 2018, en la que de nueva cuenta sucumbió en la fase de octavos de final.

Una vez terminado el ciclo del antiguo entrenador, el colombiano Juan Carlos Osorio, y con el tiempo adicional derivado de la realización para diciembre de 2022, de la próxima Copa del Mundo, los cuatro años y medio que suponían, daba tiempo suficiente para preparar un equipo competitivo.

Este adicional representaba una gran importancia, puesto que se trata de un proceso generacional en la selección, que significa la presencia de nuevos estandartes al frente de la Selección.

Sin embargo, la presencia interina del ‘Tuca’ Ferreti no derivó en nada positivo, puesto que no se cimbraron las raíces de un nuevo proyecto, ni significó un cambio radical a lo antes hecho.

Bajo este contexto llegó Gerardo “El Tata” Martino, procedente de la MLS y quien en su pasado cuenta con un gran palmares tanto de éxitos como de fracasos.

Por el lado de lo positivo, es el flamante campeón de la MSL con Atlanta, además de alzar el título en Argentina con Newell’s, y llevar a Paraguay a los cuartos de final de Sudáfrica 2010; mientras que, en el terreno negativa, fue de los pocos entrenadores que en plena época de grandeza del Barcelona no consiguió título alguno, además de que tampoco logró romper la racha de Argentina y Messi de no lograr nada con selección.

De tal modo que se vuelve válida la duda sobre qué esperar de la gestión de Martino al frente del seleccionado tricolor; ¿será el personaje que logre el quinto partido? O veremos a otro entrenador extranjero como Ericksson, quien solo vino seducido por la paga.

Lo que si se sabe sobre la estancia del “Tata” en uno de los banquillos más surreales del planeta, es que tampoco lo veremos protagonizando comerciales, que no le gustan las entrevistas y que será un tipo cauto, quien desde la sapiencia se dirija a los aficionados, medios, directivos y jugadores.

En cuatro años sabremos lo ocurrido con Martino, para estas fechas de 2023 ya sabremos cómo quedó México en el Mundial, lo que pudo o no trascender, pero también y, lo que debería de ser lo más importante, si es que se dejó un cimiento para por fin tener una identidad futbolística.

De nada servirá jugar el mentado quinto partido, si una vez concluido este proceso, no se da seguimiento y se vuelve a apostar por un método completamente diferente.