Nuestra ingesta calórica debe equilibrarse con el gasto calórico para evitar un aumento de peso poco saludable. Además, la Organización Mundial de la Salud señala que las grasas no deben superar el 30 por ciento de la ingesta calórica.
Para lograr esto debes tener un control y determinación en tu alimentación y actividad física. Es verdad que cada cuerpo es diferente y tiene necesidades diferentes, pero una regla de oro es que, sí llevas una vida saludable te verás y sentirás mejor.
¿Cómo debe ser una dieta sana?
Al momento de armar tu dieta debes considerar todos los nutrientes y vitaminas necesarias para tu salud.
Esta debe ser rica en frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales y consumir al menos 400 g de estos, excepto de tubérculos feculentos como las papas. Además de una ingesta menor al 10 por ciento de azúcares libres, por ejemplo, una persona con peso saludable puede consumir aproximadamente 200 calorías al día.
¿Cómo equilibro esta alimentación con el ejercicio?
No importa las prisas que tengas, recuerda siempre desayunar y este debe ser una hora antes de que realices alguna actividad física. Mayo Clinic recomienda no ingerir alimentos pesados, puedes desayunar cereal o pan integral, leche descremada, jugo, plátanos, yogurt o algún pan sólo.
Sí el ejercicio lo haces por la tarde, debes considerar el tamaño de tus comidas, por ejemplo; si consumes una comida grande, lo mejor es que lo hagas tres o cuatro horas antes de entrenar, para una comida pequeña el tiempo debe ser de dos a tres horas y en el caso de algún refrigerio este tiempo debe ser de al menos una hora.
Los refrigerios que consumas también son muy importantes, estos deben ser bajos en grasa, desde barras energéticas, roscas, sándwiches o bien puedes sustituirlos por fruta fresca.
Después del ejercicio debes reponer lo que quemaste, por lo que debes consumir alimentos ricos en proteína como pollo con arroz integral, fideo con albóndigas, leche descremada, galletas saladas, yogurt y fruta.
También debes mantenerte hidratada, Mayo Clinic asegura que durante la actividad física debes tomar alrededor de 1/2 a 1 taza de agua cada 15 a 20 minutos y 2 o 3 tazas durante las siguientes 2 o 3 horas posterior al ejercicio.