El ingenio mexicano aparece en cualquier festejo, como en el Día de la Candelaria, cuando los vendedores aprovechan su creatividad para diseñar los mejores disfraces para el Niño Dios.
En los mercados, romerías y locales del país puedes encontrar distintos vestuarios para el Niño Dios, como parte del ingenio mexicano, desde futbolistas, cirujanos, fotógrafos, graduados, policías, hasta ladrones de combustible o mejor conocidos como huachicoleros. Cada año se reinventan, a pesar de los más puristas que piden no alterar la tradición del Día de la Candelaria.
Justamente el 2 de febrero indica el término del ciclo de la Navidad, se han cumplido 40 días desde el nacimiento del niño Jesús y por lo tanto, según las creencias, el tiempo en que la Virgen María quedó confinada, pero ¿de dónde surgió la tradición de vestir al Niño Dios?
De acuerdo con Fray Bernardino de Sahagún, el 2 de febrero se iniciaba el año de los antiguos mexicanos, pues acababan de pasar los cinco días nemontemi, 120 horas de mal agüero en los que nadie osaba hacer nada. Había temor a la suerte nefasta. Cuando terminaban, la gente se purificaba para entrar con el pie derecho al año nuevo.
“La primera vez que alguien viste a su Niño Dios debe hacerlo de color blanco para con ello emular La Luz, la claridad de juicio De Dios y la verdad”, señaló el académico e investigador de la Universidad Anáhuac México, Alberto Peralta de Legarreta.
La tradición apunta a que quien sacara el niño en la Rosca de Reyes, además de pagar los tamales, debería vestir al Niño Dios; mismo que permanecen en una silla o en algún sitio especial, a la espera de un nuevo ciclo.
Según Peralta, los tamales que se comen el Día de la Candelaria, son el recuerdo de esas ofrendas que hacían los indios en las postrimerías de su ciclo anual agrícola. Sin embargo, hoy en día el vestuario del niño se ha modificado, los comerciantes aprovechan las tendencias o las peticiones de la gente para diseñar nuevos trajes.
Cuando comenzó la pandemia de covid-19, muchos locatarios vieron una oportunidad de negocio y comenzaron a diseñar al Dr. Covid, el cual consta de un equipo de protección personal blanco o azul, una cofia y cubrebocas, tal como los médicos vestían para evitar contagios en los nosocomios del país.
Otro que se popularizó en 2020 fue el “Niño Doctor”, de bata blanca, maletín, estetoscopio en mano, cubrebocas y careta fue muy solicitado entre las personas. Al día de hoy, si se visita los tianguis, locales o romerías del país se puede encontrar cualquier disfraz como si se tratara de Día de Muertos.
El comerciante está a la orden del cliente, hay gente que incluso le ha pedido a estos restauradores vestuarios poco convencionales como el de Jesús Malverde, quien es reconocido en el norte de México como el santo patrón de los narcotraficantes o hasta de personajes de Star Wars como Grogu (baby Yoda), que sale en la serie The Mandalorian.
Uno de los más controversiales actualmente es el “Niño Huachicolero”, vestido con pantalón de mezclilla, una gordita, zapatos negros y una garrafa para el “huachicol”. No obstante, hay locatarias que se niegan a hacerlo, ya que lo consideran una falta de respeto a la iglesia católica.
A fin de ayudar a los locatarios en la actividad comercial, distintas alcaldías invitan a los ciudadanos a visitar las romerías ubicadas en su demarcación para vestir y/o restaurar a sus Niños Dios.
¡Apoyemos la #EconomíaLocal!📍En la romería del Centro Histórico de Xochimilco encontrarás todo lo necesario para vestir y restaurar a los niños dios para este próximo Día de La Candelaria. Recuerda que las y los locatarios te esperan con todas las medidas sanitarias😷. pic.twitter.com/pemb3rHe7U
— Alcaldía Xochimilco (@XochimilcoAl) February 1, 2022