La tecnología de inteligencia artificial (IA) es una de las áreas más prometedoras de la tecnología de hoy en día. Ya sea que ayude a los médicos a detectar enfermedades con anticipación o permita a las personas acceder a información en su propio idioma, la IA ayuda a las personas, empresas y comunidades a desbloquear su potencial. Sin embargo, también plantea nuevos desafíos, especialmente cuando se trata de la búsqueda en línea.
Google presentó el 8 de febrero su Bard, su nuevo chatbot AI, que aún no ha sido lanzado al público, pero ya ha sido criticado por una respuesta errónea que produjo en una demo esta semana. En la demo, que fue compartida por Google en Twitter, un usuario pregunta a Bard: “¿Qué nuevos descubrimientos del telescopio James Webb en el espacio puedo contarle a mi hijo de 9 años?” Bard responde con una serie de puntos, incluyendo uno que dice: “JWST tomó las primeras imágenes de un planeta fuera de nuestro sistema solar”.
Sin embargo, de acuerdo con la NASA, la primera imagen de un exoplaneta, o cualquier planeta fuera de nuestro sistema solar, en realidad fue tomada por el Observatorio Europeo del Sur (ESO) hace casi dos décadas, en 2004.
La equivocación de Bard pone de manifiesto el desafío para Google mientras compite para integrar la misma tecnología de IA que subyace en el ChatGPT de Microsoft en su motor de búsqueda principal. Al intentar mantener el ritmo de lo que algunos consideran un cambio radical impulsado por la IA conversacional en cómo la gente busca en línea, Google ahora corre el riesgo de sacudir la reputación de su motor de búsqueda por surfear información confiable.
Al igual que ChatGPT, Bard está construido sobre un modelo de lenguaje de gran tamaño, que se entrena en numerosas fuentes de datos en línea para generar respuestas atractivas a las solicitudes de los usuarios. Los expertos han advertido desde hace mucho tiempo que estas herramientas tienen el potencial de difundir información errónea. Además existen preocupaciones sobre temas de propiedad intelectual. Al final ChatGPT y Bard extraen la información de fuentes existentes.
En un intento aparente de abordar esa preocupación, Google previamente dijo que Bard se abriría primero a “probadores confiables” esta semana, con planes de hacerlo disponible para el público en las próximas semanas.
“Esto destaca la importancia de un proceso de prueba riguroso, algo que estamos iniciando esta semana con nuestro programa Trusted Tester”, dijo un portavoz de Google a CNN en un comunicado el miércoles sobre el error factual. “Combinaremos la retroalimentación externa con nuestras propias pruebas internas para asegurarnos de que las respuestas de Bard cumplan con un alto estándar de calidad, seguridad y base en información del mundo real”.
Las acciones de Alphabet, la compañía matriz de Google, cayeron hasta un 8% en el mediodía del miércoles después de que Reuters informara por primera vez sobre la respuesta errónea de Bard.
En la presentación del Bard, un ejecutivo de Google avivó los planes de usar esta tecnología para ofrecer respuestas más complejas y conversacionales a las consultas, incluyendo proporcionar puntos que indiquen los mejores momentos del año para ver varias constelaciones y también ofreciendo pros y contras para comprar un vehículo eléctrico.
El ejecutivo dijo que la tecnología de IA abriría el camino para la “frontera siguiente de nuestros productos de información”.
La presentación de Bard ha puesto en duda la fiabilidad de la búsqueda en línea y ha demostrado la importancia de un proceso de prueba riguroso antes de lanzar cualquier herramienta de IA al público en general. A medida que la tecnología de IA avanza, es importante abordarla con responsabilidad y asegurarse de que la información que se difunde sea precisa y confiable.