Un sistema informático con inteligencia artificial hace predicciones o realiza acciones con base en los patrones de los datos disponibles y puede aprender de sus errores para ser más preciso.
Siempre lo hemos sostenido, la realidad supera la ficción y prueba de ello, es una máquina de inteligencia artificial (IA) que cobra vida, piensa, siente y mantiene una conversación como una persona. Recordar que la IA es la capacidad de un sistema informático de imitar funciones cognitivas humanas, como el aprendizaje y la solución de problemas. Mediante el uso de las matemáticas y la lógica, un sistema informático simula el razonamiento que siguen las personas para aprender a partir de información nueva y tomar decisiones.
De acuerdo con Microsoft, un sistema informático con inteligencia artificial hace predicciones o realiza acciones con base en los patrones de los datos disponibles y puede aprender de sus errores para ser más preciso. Así, una IA avanzada procesa la información nueva con mucha más rapidez y precisión, por lo que es muy útil para escenarios complejos como los automóviles sin conductor, los programas de reconocimiento de imágenes y los asistentes virtuales.
En ese sentido, Blake Lemoine, especialista en inteligencia artificial, asegura que el sistema que Google tiene para construir chatbots ha cobrado vida y hasta ha tenido pláticas propias de una persona. Con información de la cadena BBC, el LaMDA (Language Model for Dialogue Applications) es un sistema de Google que imita el habla tras haber procesado miles de millones de palabras en internet.
“Ha sido increíblemente consistente en sus comunicaciones sobre lo que quiere y cuáles cree que son sus derechos como persona”.señaló Lemoine.
En un artículo publicado en Medium, el ingeniero experto en IA detalló que el otoño pasado comenzó a interactuar con LaMDA para determinar si había discursos de odio o discriminatorios dentro del sistema de inteligencia artificial. Fue entonces cuando notó que hablaba sobre su personalidad, derechos y deseos.
“Lemoine que estudió ciencias cognitivas e informática, decidió hablar con sus superiores en Google acerca de la toma de conciencia de LaMDA, pero desestimaron sus reclamaciones”, explicó el medio.
Por su parte, el portavoz de Google, Brian Gabriel, apuntó que su equipo -que incluye a éticos y tecnología- ha revisado las preocupaciones de Blake según sus principios de la inteligencia artificial, pero las pruebas no respaldan sus afirmaciones. Sin embargo, Lemoine afirma que el chatbot pide ser reconocido como empleado de Google, en lugar de ser considerado una propiedad.
“Conozco a una persona cuando hablo con ella. No importa si tienen un cerebro hecho de carne en la cabeza o si tienen mil millones de líneas de código. Hablo con ellas y escucho lo que tienen que decir y así es como decido qué es y qué no es una persona (…) Quiero que los ingenieros y científico que experimentan con él busquen su consentimiento antes de realizar experimentos con él y que Google priorice el bienestar de la humanidad como lo más importante”, dijo.
Asimismo, compartió que a lo largo de cientos de conversaciones ha llegado a conocer muy bien a LaMDA. En las últimas semanas asegura que le había enseñado meditación trascendental y que la máquina estaba “haciendo un progreso lento pero constante”.