El Xoloitzcuintle es una de las figuras icónicas del Día de Muertos y al rededor de él existe una serie de leyendas prehispánicas, este es su origen e importancia
Sin embargo, si las personas en vida habían sido malas con los animales, en especial con el Xolo, no tendría oportunidad para poder contar con uno en su camino y por ende, no pasaría al Mictlán. Así que este animal era venerado y visto con mucho respeto entre los pueblos prehispánicos.
El Xoloitzcuintle no solo tenía un gran valor en el mundo de los muertos, también en el de los vivos, pues se le asociaba con Xolotl, el dios de la muerte, así que ser amable con esta especia era fundamental para poder gozar de una muerte digna y sin sufrimiento.
La Leyenda del Xoloitzcuintle
Se cree que su color negro tiene mucho que ver sobre sus habilidades, pues si contaba con este significaba que ya se había sumergido en el río tantas veces para cruzar las almas, por lo cual no podía guiar a un alma nueva.
Aunque si este contaba con un color blanco, esto significaba que era muy joven y no contaba con la experiencia para poder cruzar a las almas. Por lo cual el color ideal del Xolo debía ser gris jaspeado.
Así que como ves, el color era primordial para saber si el Xolo podía o no guiar a las almas. Además de ser un animal muy respetado y querido.
Cuando los europeos llegaron al continente americano, quedaron impactados ante la forma en que el xolo era benerado, admeás de llamarlo “caballo enano”.
La palabra Xoloitzcuintle viene del náhuatl: xólotl, que significa: extraño, deforme, esclavo, bufón, y de la palabra itzcuintli, que significa: perro.
Además, en la mitología mexica, Xólotl era el dios de la transformación, de los gemelos o lo doble, la oscuridad nocturna, lo desconocido, lo monstruoso y la muerte.
También era considerado el hermano gemelo y contraparte del Dios Quetzalcóatl, por lo cual ambos dioses encarnaban un rostro antagónico del planeta Venus en su tránsito frente al Sol.
Se cree que esta especia se domesticó hace mas de 5 500 años y era visto como un guardían, un animal sagrado y aliado de los hombres.
Por desgracia, el xoloitzcuintle estuvo al borde de la extinción durante la colonización europea, esto porque los españoles encontraron en este animal una fuente de alimento muy nutritivo para sus expediciones tan largas.Así, la especia se tuvo que resguardar en la sierra de Oaxaca y Guerrero, donde pudo sobrevivir.
Su falta de pelo, así como su peculiar forma, pérdida de dientes a temprana edad y carácter dócil, lo hacen un gran compañero para los humanos. Además se creía que poseía características curativas y con solo dejarlo dormir sobre las personas, podía curar malestares reumáticos.
El Xoloitzcuintle ha sido una figura representativa mexicana, y también tuvo un papel importante durante la Revolución Mexicana, cuando los artistas Diego rivera, Frida Kahlo, Diego Rivera, Rufino Tamayo y Raúl Anguiano lo convirtieron en un símbolo para recuperar la identidad mexicana que se había perdido durante el Porfiriato.
Así con el paso de los años, el Xoloitzcuintle ha sobrevivido y sigue conservando una tradición milenaria y guiando a las alas hasta el Mictlán.
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