El feminismo de 1968 el uso de la minifalda y la pastilla anticonceptiva. Un legado cultural
1968 no sólo fue un cambio de pensamiento para los estudiantes, si no para los jóvenes en general, y específicamente para las mujeres, las cuales comenzaron a buscar su liberación sexual, con el uso de las minifaldas, la llegada de la píldora anticonceptiva y otras acciones que rompían co la idea de la ama de casa y el deber ser.
Las mujeres son un pilar importante en la historia de la humanidad, y han sido un punto de quiebre en movimientos sociales, como es el caso del movimiento de 1968. Su despertar implico cambios en el pensamiento y comportamiento, pues ya no solo eran vistas como amas de casa o proveedoras de vida. Las mujeres comenzaron a cuestionar y a cambiar su destino.
De acuerdo con el INEGI, en 1960, las mexicanas tenían en promedio de 6.5 hijos, pero todo cambió co la llegada de la píldora anticonceptiva, la cual era vista con miedo o como símbolo de promiscuidad, sin embargo, esta representó la idea de poder controlar la natalidad y su propio destino, era la idea misma de poder elegir.
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La píldora apareció en Estados Unidos, y un año después más de un millón de mujeres ya la utilizaba en ese país.
De acuerdo con la revista para mujeres “modernas”, “Claudia”, publicó en 1966 un artículo donde hablaba del nuevo método anticonceptivo, y anunciaba que ya se encontraba a la venta en farmacias y dispensarios, pero menos en aquellos que dependieran de la Iglesia católica.
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La minifalda
Además de esto, otro aspecto importante de la liberación femenina fue el uso de las minifaldas, lo cual ahora nos puede parecer poco importante o normal, pero en su época, era escandaloso, y dió paso a la libertad de poder vestir cómo las mujeres lo desearan.
Además, hablar del uso de la minifalda, conlleva hablar de la misma liberación sexual femenina. El 21 de Octubre de 1968, decenas de jóvenes capitalinas vestidas con estas prendas, marcharon por la zona rosa de la Ciudad de México, con frases en carteles que hacían alusión al uso de la minifalda, además de exigir que se les trátase como humanos por igual y no inferiores.
“La mini no es moda es un estado de ánimo”,“la maxi es el retorno de las brujas” y “la midi es anti sexo”.
Eran algunas de las insignias que se realizaban y con las que las mujeres pedían respeto y visibilidad en la sociedad. De hecho, el recibimiento fue muy bueno, incluso los hombres marchaban con ellas. Y ahora podemos gozar los frutos de esas exigencias, y vestir cómo queramos.
Figuras de cambio, mujeres en 1968
Algunas de las activistas que formaron parte de los movimientos estudiantiles son, Ana Ignacia Rodríguez mejor conocida como “Nacha”. Ella fue líder estudiantil y defensora de derechos humanos. También tenemos a Roberta Avendaño la “Tita”), activista y profesora.
Además se formaron colectivos que luchaban por la liberación femenina como el grupo Mujeres en Acción Solidaria (MAS, 1971), Movimiento Nacional de Mujeres (MNM, 1973), Movimiento de Liberación de la Mujer (MLM, 1974), Colectivo La Revuelta (1975), Movimiento Feminista Mexicano (MFM, 1976) Colectivo de Mujeres (1976) y Lucha Feminista (1978).
Todos estos colectivos, sumados a la apertura mental de la sociedad, específicamente en los jóvenes, lograron que las mujeres poco a poco fueran tomando terreno en el mundo político, y así poder a comenzar a gestionar cambios y tomar decisiones sobre su vida, su sexualidad reproducción, y más.
Y es gracias a estas mujeres que cambiaron la ideología en 1968, y exigieron sus derechos, así como muchas más a lo largo de la historia, es que ahora podemos seguir construyendo y hablando de feminismo, mismo que seguramente será liberador para las generaciones siguientes.