El objetivo de la dieta alcalina es devolver al cuerpo el pH neutro, con base en que los alimentos afectan la acidez de los fluidos corporales como la orina y la sangre.
Esto deriva desde 1865, ciando el biólogo y médico francés Claude Bernard buscó garantizar que el equilibrio del cuerpo no fuera alterado por factores externos.
Para 1907, el doctor William Howard reveló que los altos niveles de acidez en el cuerpo humano, controlados por las costumbres alimenticias, fueron la causa de la aparición de ciertas enfermedades.
Entonces, se determinó que los alimentos “verdes” son fuente de alcalinidad. Desde los jugos verdes, hasta todo aquello que provenga de la hoja verde, fuente de clorofila de alta calidad.
El apio, pepino, jengibre o las algas; las hierbas como el diente de león, la uña de gato o el pau d’arco, son alimentos básicos en una dieta alcalina, la opción de desintoxicación. Los primeros, incluso son reguladores hormonales.
La sal marina o del Himalaya y el limón, constituyen otros tres básicos de esta dieta que está en auge en los últimos meses. Un especialista es el indicado para determinar la dieta en cada persona.
