La cultura de la cancelación ¿Realmente funciona?
Es cada vez más común escuchar sobre “cancelar a alguien” pero, ¿qué impacto genera esto en realidad?
Es muy común escuchar en nuestros días la frase “hay que cancelarlo”, refiriéndose a algún producto, marca o personaje el cual representa anti valores o valores desfasados a la realidad que se vive y que está en constante cambio. Sin embargo, la popularidad del acto de cancelar ha llegado a puntos, ¿por qué no decirlo? ridículos.
Conozcamos de qué va cancelar a alguien, los beneficios y desatinos que ha tenido este concepto moderno.
¿En qué consiste “cancelar”?
El concepto de “cancelar” ha escalado tanto que incluso la RAE ya cuenta con una definición, que es: “borrar de la memoria, abolir o derogar algo” . Sin embargo, la definición más aceptada es la de Urban Dictionary. La cuál la define cómo el efecto de descartar a alguien.
Básicamente cancelar a alguien es dejar de seguirlo en redes sociales, no consumir sus productos; en pocas palabras, un boicot monetario y de desprestigio social. En el que se pone en duda su opinión y valor.
La cancelación ocurre después de que alguna acción o acciones por parte de una empresa, personaje o persona, los cuales molestan e indignan a la sociedad. Estos básicamente ocurren como e un efecto dominó; después de la acción o comentario incorrecto, el cual va en contra del imaginario colectivo. Se comienza a crear una crítica social, la cual tiene mucho mayor eco y puede ser compartida y reproducida gracias a las redes sociales.
¿Cuándo se inició a cancelar?
El término no tiene un inicio muy claro pero podríamos decir que se volvió muy popular durante el 2017 con el movimiento Me too, en el que miles de mujeres alzaron la voz para hablar de abusos que sufrió por parte de personas poderosas y del medio artístico . el movimiento se originó por la activista estadounidense Tarana Burke en el 2006, con la finalidad de a mujeres de comunidades marginadas que ayudaron a que sufrieron algún tipo de abuso sexual. Sin embargo, el “Me too” retomó su fuerza y visibilidad en el 2017, cuando el periódico The New York Times publicó un reportaje sobre el acoso sexual en el muno cinematográfico por parte del productor Harvey Weinstein , en el cual más de 40 mujeres del medio artístico comoSalma Hayek y Uma Thurman , por mencionar algunas, expusieron su caso.
Y a partir de ese momento el movimiento se hizo mundial. Millones de mujeres contaron su historia, y México no fue la excepción. Por fin se abría el diálogo sobre algo que se había callado por años, por temor a ser juzgadas. Y así, se comenzó a cancelar a los músicos y artistas acusados.
En este caso, la cultura de la cancelación funcionó para exhibir algo que no funcionaba dentro del sistema, que estaba podrido y debería retirarse para no seguir infectando al sistema en sí.
Hasta Este punto, Era Un fenómeno interesante y necesario el de la cancellation Pero, ENTONCES ¿Como Cuidar la ligera Línea de la cancellation pro de la ONU un Bien Común Una Opinión generalizada?
La cultura de la cancelación es necesaria, exponer lo que no aporta a la sociedad, desinforma o pone en peligro a los demás, es necesario.
Ejemplos de esto es el reciente caso de la actriz Bárbara de Regil , el cual se solicitó cancelar por poner en riesgo a millas de personas con su proteína, sumado a constantes actos que han generado descontento social; en los que se ha podido ver su clasismo, falta de cultura y conocimiento. Una figura polémica que ha perdido más de 12o mil seguidores en los últimos cinco días tras el escándalo de su proteína y por mostrar apoyo al PVEM durante la veda electoral.
Así como ella, muchos ejemplos en actores, cineastas, yotubers, etc. Que ciertamente, deben ser juzgados y criticados por la posición en la que se encuentran.
Tendríamos que entender que las redes sociales tienen poder, que crean nuevos líderes de opinión y eso mismo, les da una responsabilidad social y peso a sus palabras y acciones.Por ello, considero correcto poder juzgarlo y criticarlos cuando actúan de formas incorrectas, pues no ven el alcance que esto pueda tener.
Aunque por otro lado, a veces solo aparecen noticias, tweets o propuestas en Change.org para cancelar algo. Como si de la nada alguien hubiera despertado con la idea de cancelar algo que le molestara y bastaría con una opinión polémica sobre ello para que se extienda por toda la internet.
No podríamos cancelar por cancelar, ni mucho menos poner en la balanza el por qué de dicha cancelación a alguien que violó, discriminó o incitó al odio con sus discursos que a una canción, película o dibujo animado.
Ubiquemos la idea de que somos seres históricos, es decir, todo lo que en algún momento fue “bien visto” en una época y ahora es incorrecto, no debería porque juzgarse con tal severidad, al final, es parte de nuestra historia. Mejor deberíamos aprender de ello, criticarlo con la consciencia y conocimientos que poseemos ahora para no reproducirlo.
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