Cristiano y Messi, cuando tienes en el acérrimo rival a tu compañero de vida

La rivalidad entre Messi y Cristiano resurgió en los duelos de Champions y nos demostraron porqué están muy por encima de los demás

0
558
Imagen de Twitter

Cuando todos pensamos que la rivalidad entre Cristiano Ronaldo y Lionel Messi había llegado a su fin, luego de la partida del portugués del Real Madrid y de que por primera vez en diez años ni uno ni otro ganaran el Balón de Oro, nos volvieron a demostrar porqué están un escalón por encima de los demás.

En esta semana de Champions no solo nos dimos cuenta que esta relación de extrema competencia sigue viva, sino que también nos evidenció que nosotros como aficionados lo extrañábamos demasiado.

El primer mensaje llegó desde Turín, una nueva demostración de grandeza provino desde el dorsal 7 de la Juventus al marcar el hat trick con el que el cuadro italiano venció al Atlético de Madrid; la respuesta llegó desde Barcelona, cinco goles a uno del conjunto culé al Lyon y como cereza del pastel, una demostración de Messi siendo Messi.

Fue así como esta relación rivalidad pero también de cariño revivió, en la que cada uno, desde su trinchera le recordó al otro que sigue vigente, que incluso lo extraña; y fue así como la eterna batalla entre el espíritu apolíneo y el espíritu dionisíaco surgió de nueva cuenta para reanudar la eterna discusión de quién de los dos es el mejor de la historia.

Desde el día a día, el esfuerzo, el sudor, la constancia y el sacrificio, uno se ganó el mote de súper estrella, mientras que el otro, desde la infinita genialidad de su talento innato, de su frialdad y de su perseverancia, el otro ha sido tratado como rey desde que pateó la pelota por primera vez.

Messi encontró en Cristiano a la persona de su vida, Cristiano encontró en Messi a su mejor amigo, a su mejor rival; y a pesar de que al principio de la historia el trato de uno hacia el otro era de desprecio, con el paso del tiempo se dieron cuenta que la importancia de lo que hacia el otro les permitió mejorar, romper cuanto récord existiera y acumular una cantidad de títulos descomunal.

Este ejemplo de vida ha rememorado lo visto en otras épocas, con James Hunt y Niki Lauda en el automovilismo, con Björn Borg y John McEnrou en el tenis, e incluso en la música, con John Lennon y Paul McCartney.

Y es que cuando dos grandes de una especialidad se encuentran, trascienden la disciplina misma y se vuelven universales; más allá de quien es mejor, debemos pensar lo afortunados que fuimos al ser testigos de una rivalidad, de una competencia, de una amistad y del encuentro de dos gigantes que encontraron en el otro a la persona de su vida.

Pasaran los años y el legado de estos dos futbolistas seguirá siendo referencia, se recordarán con alegría las disputas entre Cristiano y Messi, se dejará de lado la inútil comparación de uno sobre el otro y nos daremos cuenta de que como estos dos, quizás, no volveremos a encontrar, al menos no en un muy buen rato.