Los Mexicanos se preocupan por el suministro de agua y comida en la tierra azteca. Pero, ¿cómo desperdiciar menos comida?
La pérdida de alimentos se produce en todas las fases de la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo. Algunos ejemplos son el deterioro durante el almacenamiento y el transporte, o la exposición a insectos y roedores, bacterias o moho. La selección de productos defectuosos o imperfectos provoca pérdidas, al igual que los consumidores que compran más de lo que necesitan o pueden consumir. No sólo se desperdician alimentos comestibles, sino también toda la energía, los fertilizantes y el uso de la tierra que se emplearon para producirlos.
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Según el estudio Fusiones 2016 de la Comisión Europea, se desperdician alrededor de 88 millones de toneladas de comida al año en la Unión Europea. Más de la mitad de esta comida, el 53%, se pierde en los hogares, una cantidad mayor que en las industrias de producción, procesado, venta y los servicios de alimentación juntos.
Cuando los ciudadanos europeos son preguntados cómo se podría hacer descender el desperdicio de comida en casa, la mayoría señala que se debería planear mejor el carro de la compra y tratar de aprovechar los alimentos adquiridos al máximo, según la encuesta “Food waste and date marking” de la Comisión Europea.
MANERAS DE REDUCIR EL DESPERDICIO DE ALIMENTOS
INVENTARIO
Haz inventario de tu despensa, frigorífico y congelador antes de ir a la tienda para evitar comprar de más.
PLAN DE COMIDAS
Planificar al menos algunas comidas para cada semana es una forma estupenda de asegurarse de que tiene comidas sanas. También evita que compres demasiada comida porque sientes que tienes que estar preparado para cualquier cosa. Coordina tus comidas para no utilizar ingredientes completamente diferentes en cada receta.
CONSUME LAS SOBRAS
Si crees que no vas a poder comer las sobras en tres días, guárdalas en el congelador y etiquetalas. Mantén tu congelador organizado para que la comida no se pierda y luego se tire por quemadura de congelador.
ALMACENA CORRECTAMENTE TUS ALIMENTOS
Una de las principales razones por las que las personas no comen frutas y verduras es porque “cuando las compran, acaban echándose a perder y las terminan tirando de todas formas“. Empieza por comprar sólo lo que puedas comer en una semana. Guarda las verduras verdes con una toalla de papel en un recipiente de plástico en el cajón de los alimentos crujientes, los tomates y los plátanos en la encimera, las papas y las cebollas en un lugar fresco y oscuro y las hierbas frescas en un vaso de agua.
COMPRA ALIMENTOS IMPERFECTOS
Comprar alimentos imperfectos se refiere a frutas o verduras deformes o con formas extrañas. Algunas empresas entregan alimentos “feos” con una suscripción mensual. También puedes entablar una relación con un agricultor local a través de un mercado de agricultores o de agricultura apoyada por la comunidad para hacerte con algunos productos imperfectos. Esto no quiere decir que compres productos magullados o estropeados.
COMPOSTA
Ni siquiera las cáscaras de las verduras tienen por qué desperdiciarse. El compostaje doméstico es una forma estupenda de evitar que los restos de comida acaben en el vertedero y de nutrir tu huerto. También puedes encontrar pequeños contenedores de compostaje que puedes tener en casa.
UTILIZA LAS SOBRAS
Encuentra formas de aprovechar los alimentos que no son frescos en lugar de tirarlos. Los restos de verduras y las cáscaras pueden convertirse en caldo. Las manzanas o los arándanos que estén blandos funcionan perfectamente cocidos en copos de avena. Incluso puedes utilizar pan duro para hacer picatostes o una strata de huevo. Las verduras ligeramente marchitas son ideales para sopas o salteados. Una de las mejores cosas de la sopa es que se puede hacer prácticamente con cualquier cosa.