Este jueves muchos usuarios mostraron su descontento sobre los nuevos impuestos en las plataformas digitales. Y para muchos parece una injusticia imperdonable en estos momentos de crisis.
Nuestro país y el resto del mundo esta pasando por una situación difícil con el nuevo brote de coronavirus y muchas personas se han visto afectadas económicamente debido a las medidas que se están tomando.
Además, que diversos productos han presentado incremento en los precios como es el huevo y la tortilla.
Es lógico que a todos los consumidores les moleste esto, sobre todo cuando es un gasto con el que no contabas.
Tan sólo hay que considerar que varios de estos servicios se consideran de precios accesibles, imagina el paquete básico de Netflix costaba 129 y con los nuevos impuestos subió a 139 pesos al mes.
¿En qué consiste estos impuestos?
Hay que ser consientes que todo producto tiene IVA, este es un impuesto indirecto sobre el consumo y es agregado al final a productos y servicios.
Verás, existen tres tipos de impuestos; los generales que se aplican a cualquier producto o servicio desde electrodomésticos hasta cigarros y bebidas alcohólicas y corresponde al 21 por ciento.
Luego esta el reducido que consiste en aplicar el 10 por ciento a transporte de viajeros, hotelería o viviendas. Y por último el superreducido que aplica el 4 por ciento a productos de primera necesidad, como frutas, leche, queso, huevo y demás alimentos.
Sin embargo, a finales del 2019 se anuncio que se agregarían impuestos a los servicios digitales como Netflix, Spotify, incluso PlayStation Store. Este consiste en aplicar el 16 por ciento del IVA.
Además, se señalo que estas empresas extranjeras debían están inscritas en el Registro Federal de Contribuyentes ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) e informar trimestralmente a la autoridad fiscal el número de servicios ofrecido y el precio que se cobró.
¿Puedo evitar ser perjudicado por estos impuestos?
Como con otros servicios una solución es la declaración de impuesto, esto consiste en facturar todos los gastos que hagas. Por ejemplo, vas al supermercado por la despensa y con el tíquet de compra realizas una factura que posteriormente debes llevar al Servicio de Administración Tributaria.
De este modo se te regresa una parte de tus gastos. No tienes que hacer esto sólo, puedes pedir ayuda de un profesional que se dedique a contaduría, sobre todo porque debes estar dado de alta en el SAT.