En las primeras etapas del alzheimer, la pérdida de memoria es leve, pero en la etapa final las personas pierden la capacidad de mantener una conversación y responder al entorno.
El portal especializado en alzheimer apunta a la enfermedad como la forma más común de demencia, un término general que se aplica a la pérdida de memoria y otras habilidades cognitivas que interfieren con la vida cotidiana Esta es responsable de entre un 60 y 80 por ciento de los casos de demencia, su factor de riesgo conocido más importante es el aumento de edad y la mayoría de las personas que lo padece son mayores de 65 años.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver el alzheimer con las palomitas de maíz? De acuerdo a una investigación realizada por el Instituto de Química de Sao Carlos (IQSC), de la Universidad de Sao Paulo (USP), el consumo excesivo de diacetil, un compuesto utilizado por la industria alimentaria y que se emplea para dar a las palomitas de microondas su característico sabor y aroma de mantequilla, puede llegar a causar esta enfermedad.
Para este fin, el estudio analizó el cerebro de varios ratones que fueron sometidos a una dieta a base de palomitas para microondas durante 90 días. Los resultados revelaron alteraciones en las proteínas cerebrales de los roedores relacionadas con el alzheimer, la demencia senil y el cáncer.
“Identificamos un aumento de la concentración de proteínas beta-amiloides, que normalmente se encuentran en pacientes con alzheimer”, comentó Lucas Ximenes, investigador del IQSC y coordinador del estudio.
Aunado a este snack, el diacetil, de manera natural, también se puede encontrar en productos como el café, cervezas, chocolates y pan, pero cuando se utiliza como conservante o aditivo para dar sabor y aroma a ciertos alimentos, su concentración aumenta. Si bien el consumo de este compuesto está aprobado por las agencias reguladoras, su exposición prolongada a esta sustancia puede resultar perjudicial para la salud.
“Está claro que ingerir esporádicamente ciertos alimentos no presenta ningún inconveniente, así que aunque consumamos este producto el riesgo siempre será menor que el de los trabajadores de la industria alimentaria que inhalan a diario diacetil en las fábricas”, detalló Ximenes.
Ciertamente el alzheimer es una enfermedad progresiva, en las que los síntomas empeoran gradualmente con el paso de los años. En sus primeras etapas, la pérdida de memoria es leve, pero en la etapa final las personas pierden la capacidad de mantener una conversación y responder al entorno. Según el portal especializado, los pacientes viven un promedio de ocho años después de que los síntomas se vuelven evidentes, pero la supervivencia puede oscilar entre cuatro y 20 años, dependiendo de la edad y otras afectaciones de salud.
Los cambios microscópicos en el cerebro comienzan mucho antes de que aparezcan los primeros signos de pérdida de memoria. “Los científicos creen que la enfermedad de Alzheimer impide que partes de las fábricas de las células funcionen correctamente. No están seguros de dónde comienza el problema. Pero igual que sucede en una fábrica real, las averías y los atascos en un sistema causan problemas en otras áreas. A medida que el daño se extiende, las células pierden su capacidad de trabajar y, finalmente, mueren. Esto causa cambios irreversibles en el cerebro”.