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En China, las compañías con operaciones locales tienen la obligación de ceder información de sus usuarios al gobierno
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Lo anterior podría llegar a incluir elementos como teléfonos y otros identificadores personales de los ciudadanos
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Muchas de las publicaciones en redes sociales sobre el coronavirus han desaparecido de un día a otro
El coronavirus continúa devastando tanto las actividades de las marcas como la economía del país y, por supuesto, el sistema de salud de los países afectados. Un sinfín de mitos sobre la enfermedad han surgido en todo el mundo, muchos de ellos sobre cómo evitar una infección. También hay una serie de contradicciones entre la información que revelan los gobiernos sobre la situación y la realidad. A eso hay que sumar los temores por una epidemia de clase global.
Pero la situación del coronavirus es todavía más grave dentro de China. De acuerdo con CNN, la economía del país está prácticamente paralizada, con un sinfín de operaciones y cadenas de logística casi inoperables. De acuerdo con Aljazeera, se registran cientos de muertes en la nación de forma diaria. Tal es la situación, en datos de TechCrunch, que muchas firmas dentro del sector tecnología están tratando de conservar la fluidez comercial en la actividad local.
Sin embargo, el principal desafío del coronavirus en China parece ser el enfoque de gobierno. Ya desde antes de estallar este brote, se sabía que la administración en Pekín tenia prácticas que no resonaban por completo con los principios democráticos. Pero con esta enfermedad, sus actividades han levantado muchas sospechas y quejas de la ciudadanía y grupos fuera de la nación. En especial, en respuesta a la presunta censura contra cierto tipo de información.
China estaría censurando redes sociales por el coronavirus
De acuerdo con Vice, el gobierno de Pekín está en medio de una violenta campaña de censura en contra de sus propios ciudadanos. China estaría monitoreando redes como WeChat (de la connacional Tencent) y Twitter (bajo el control de Estados Unidos) sobre información alrededor del coronavirus. Específicamente, la difusión de cualquier dato que podría hablar mal sobre la gestión del Partido Comunista de la nación en la contención y manejo de esta enfermedad.
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Vice menciona dos casos relacionados con el coronavirus. Primero, el de un joven que, al inicio del brote, mandó información a través de WeChat a sus familiares. Esta acción provocó que agentes de gobierno lo intentaran hacer a China, presuntamente para su arresto. El otro es el de un hombre que criticó, a través de Twitter, las acciones de Pekín sobre la enfermedad. En cuestión de días, agentes federales se presentaron en su hogar y lo interrogaron al respecto.
El rol de China en la epidemia
Como ya se dijo, el coronavirus está teniendo efectos determinantes en un sinfín de sectores e industria. Marcas como Bimbo han tenido que detener sus operaciones de producción en China para evitar efectos negativos en sus trabajadores. Varios mexicanos, que se hallaban en el país asiático, también tuvieron que regresar para escapar de las consecuencias de salud. Y negocios como Nintendo podrían quedarse sin productos insignia por el paro de actividades.
Hay que volver al rol de China en la situación del coronavirus. Como desde el inicio del brote, la amplia mayoría de los casos se encuentran en este país. Algo natural, considerando que es en esta nación donde se registró el surgimiento de la enfermedad. Gracias a los esfuerzos en conjunto del resto del mundo y del gobierno de Pekín, se han podido contener estos casos a la región asiática. Pero estos instrumentos de represión resultan preocupantes a corto plazo.
En otros países, la información del mismo público puede contribuir a generar estrategias de protección más efectivas contra enfermedades como el coronavirus. La censura naturalmente tiene raíces políticas. Sin embargo, sus consecuencias podrían trascender el entorno asiático. Al final, es muy posible que China no esté siendo completamente transparente con su control de la infección. Algo que, tarde o temprano, podría tener efectos negativos al resto del mundo.
