Los CD’s y los vinilos son alguno de los dispositivos en los que puedes grabar y reproducir sonido. Pero, ¿eso qué es?
El primer dispositivo que podía grabar y reproducir sonido fue inventado en 1877 por Thomas Edison. Este dispositivo no era un disco de vinilo, sino que los cilindros utilizados para tal fin se reproducían en un fonógrafo. Unas décadas más tarde, Emile Berliner desarrolló el disco fonográfico, marcando la transición de los cilindros musicales a los discos.
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Estos discos planos tenían una ranura en espiral que iba desde los bordes hacia el centro, pero eran difíciles de producir en masa. La verdadera revolución ocurrió en 1948 cuando se introdujeron los primeros discos de vinilo. Su principal ventaja era el sencillo método de producción que permitía a los productores vender cientos, sino miles, de copias. Junto con los discos, el tocadiscos también evolucionó de un fonógrafo y un gramófono a un tocadiscos.
El 17 de agosto de 1982, Royal Philips Electronics fabricó el primer disco compacto de la historia. La invención que hace 40 años marcó el comienzo de una revolución tecnológica en la industria musical y que fue el formato líder en la década de 1990 entró en declive tras la llegada de nuevas tecnologías.
El streaming, incluyendo aquel financiado por publicidad, supuso en 2021 cerca del 70% de los ingresos generados por la industria de la música grabada a nivel mundial, mientras que los soportes de audio físicos representaron algo menos del 20%. Los datos de la Global Consumer Survey de Statista también muestran que los CDs y otros formatos físicos tienen un nicho de adeptos reducido, al menos en comparación con su tamaño anterior.
Según la encuesta, la proporción de entrevistados en España que nunca escucha música en soporte físico es del 74%, una cifra incluso comparativamente baja, como muestra el siguiente gráfico. En China, por ejemplo, el 87% de los encuestados evita la música en formato físico. También en Brasil, México, Francia y Estados Unidos la proporción supera las tres cuartas partes. Sin embargo, hay algo que no cambia: la música, sea en el formato que sea, sigue acompañando a muchas personas a lo largo del día.
CD’S
Un CD es una pieza de plástico bastante simple, de aproximadamente cuatro centésimas de pulgada de grosor. La mayor parte de un CD consta de una pieza moldeada por inyección de plástico de policarbonato transparente. Durante la fabricación, este plástico se imprime con protuberancias microscópicas dispuestas como una pista de datos en espiral única, continua y extremadamente larga.
Una vez que se forma la pieza transparente de policarbonato, se pulveriza una capa delgada de aluminio reflectante sobre el disco, cubriendo las protuberancias. Luego se rocía una fina capa de acrílico sobre el aluminio para protegerlo. Luego, la etiqueta se imprime en el acrílico.
VINILOS
En pocas palabras, un disco de vinilo funciona girando en el comúnmente conocido como tocadiscos. Un lápiz en el tocadiscos se mueve a través de las ranuras impresas en el disco y las “lee“. Esta lectura genera una señal eléctrica que se transfiere a un amplificador. Los tocadiscos utilizan un sistema de lápiz óptico y cartucho, técnicamente llamado transductor, para convertir la energía mecánica en ondas de sonido, que se amplifican y transmiten a través de altavoces.
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