Derivado de la caza desmesurada de las ballenas jorobadas, en algún momento sólo hubo 700 criaturas nadando en el Atlántico Norte. Hoy, esto ha terminado.
Una buena noticia para la Tierra. La ministra de Medio Ambiente de Australia, Susan Ley, anunció que las ballenas jorobadas son los suficientemente fuertes como para eliminarlas de la lista de los animales en peligro de extinción, luego que el Comité Científico de Especies Amenazadas considerara que los mamíferos se habían recuperado significativamente. Hay que recordar que debido a la caza desmesurada, en un momento hubo sólo 700 de las criaturas nadando en el Atlántico Norte. Sin embargo, fue en 1980 cuando se prohibió la caza de estos mamíferos y después de esa decisión, poco a poco las cifras se fueron recuperando.
“Analizaron los problemas del cambio climático y analizaron los problemas de la pesca de grill, así como todas las demás circunstancias de las tendencias de la población de la especie (…) Así que es realmente alentador ver que una fuerte historia de conservación lleva a que una especie realmente saga de la lista”, dijo Susan Ley.
No obstante, en el 2008 la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) dio a conocer que casi todas las poblaciones de ballenas jorobadas, que estuvieron a punto de desaparecer, han sido retiradas de la lista de especie en peligro de extinción.
De acuerdo con National Geographic, más de 27 mil ballenas jorobadas fueron cazadas en menos de 12 años a mediados del siglo XX, que condujo a la población de Megaptera novaeangliae del Atlántico Sur a disminuir hasta los 450 individuos. En esa vía, se estima que entre 40 mil y 60 mil animales fueron asesinados por la caza de ballenas desde principios de 1800.
¿LAS BALLENAS JOROBADAS COMEN HUMANOS?
Si bien, un humano cabe perfectamente en la boca de una ballena, la cual puede llegar a medir unos tres metros, es científicamente imposible que se lo trague, según Nicola Hoggins de Whale and Dolphin Conservation, organización sin fines de lucro del Reino Unido.
De acuerdo con National Geographic, la garganta de una ballena tiene el tamaño aproximado de un puño humano y sólo puede extenderse unos 38 centímetros de diámetros para que quepan alimentos más grandes. “La idea de que las ballenas se tragan a los humanos ha formado parte de la mitología desde hace ya tiempo, hasta tal punto que mucha gente cree que es cierta. Con todo, es científicamente imposible para todas salvo una especie de ballena —el cachalote— tragarse algo tan grande como una persona”.
Mientras los cachalotes tienen dientes y se alimentan de presas como calamares y peces, las ballenas barbadas como la jorobada, azul, gris y minke, comen presas diminutas como plancton, kril y pececillos.
Por lo anterior, de las 90 especies de ballenas conocidas, los cachalotes son las únicas cuyas gargantas son lo bastante grande para tragarse a un humano, pues los mamíferos de 20 metros tienen esófagos grandes para alimentarse de presas más grandes como calamares gigantes, que en ocasiones se tragan enteros.