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La tecnología de reconocimiento facial de Londres corre en un software desarrollado por la organización NEC, de Japón
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Ya la policía capitalina ha probado este sistema con anterioridad en ciertas zonas de la ciudad británica
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Sin embargo, investigadores independientes concluyeron que muchos de sus resultados eran inconsistentes y sin base legal
Existen varias tecnologías que prometen transformar por completo el entorno de consumo y de los negocios. Por un lado está la Inteligencia Artificial, que permitiría a las empresas crear proyectos imposibles de lograr de otra forma. La Realidad Virtual, en cambio, asegura que tiene la capacidad de cambiar por completo el consumo de contenido. También se cuenta la Manufactura Aditiva, o Impresión 3D. Y en un lugar especial, está el Reconocimiento Facial.
La tecnología del reconocimiento facial es sencilla. Se refiere a la capacidad de un sistema de computadora para identificar correctamente a una persona usando solo los rasgos faciales. De acuerdo con Facefirst, puede ser usada como un método de protección biométrico. En datos de eWeek, también podría emplearse para las tareas de búsqueda de personas perdidas. Y en información de CyberExtruder, existen casos de uso en prevención e investigación criminal.
Dentro de la administración de justicia, el reconocimiento facial puede emplearse no solo para que se puedan encontrar criminales más fácilmente. También sería mucho más sencillo que se identificara a personas de las cuales no se tienen registros visuales desde hace mucho tiempo. Incluso podría emplearse para la prevención de delitos, con ayuda de algoritmos de detección de humor y expresión. Sin embargo, varios de estos usos podrían tener serias repercusiones.
Londres instalará cámaras de reconocimiento facial
Muchos de estos miedos están resurgiendo en la capital de Reino Unido. De acuerdo con AP, las autoridades de la ciudad han decidido instalar cámaras de seguridad capaces de realizar escaneos de reconocimiento facial a los ciudadanos. Se espera que estos equipos se pongan solo en zonas que tienen un “alto riesgo de albergar criminales peligrosos”. Asimismo, el plan es que estos aparatos transmitan en vivo para poder atrapar a estos posibles delincuentes.
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La idea es que estas cámaras de reconocimiento facial monitoreen posibles coincidencias con las listas de criminales buscados de Londres. En estas bases de datos, solo habría rostros de personas que son buscadas por delitos violentos o serios. Entre ellos, agresiones con arma blanca o de fuego, así como por explotación sexual infantil. A través de una declaración oficial, la policía capitalina dijo que es deben usar la última tecnología para proteger a los ciudadanos.
Riesgos importantes a considerar
No sería la primera vez que el uso de un sistema de reconocimiento facial provoca un reclamo de parte de la población. El #10YearsChallenge fue visto como muchos como una excusa para entrenar los algoritmos de Facebook para identificar mejor a sus usuarios. En algún momento, el software de Apple llevó a un inocente a la cárcel. Y hace varios meses, Microsoft tuvo que rechazar un trato con fuerzas policíacas y de seguridad por un tema de Derechos Humanos.
El gran problema del reconocimiento facial es que no es un sistema infalible. Por el contrario, la mayor parte de los programas en el mercado no tienen un adecuado nivel de precisión. Hay software que identifica erróneamente a las personas, mientras que hay otros que dejan pasar por alto una coincidencia cuando se trata del mismo individuo. Esta poca consistencia es lo que la hace tan difícil en su uso para la administración de la justicia y prevención del crimen.
Peor aún, el caso de Londres podría contribuir a que más gobiernos se sientan motivados a implementar el reconocimiento facial en sus fuerzas de seguridad. Incluso está el peligro que las autoridades empleen esta tecnología para limitar las libertades civiles de los ciudadanos. Por ejemplo, el derecho a asociarse en protesta. O bien, que resulte en una discriminación de las minorías, especialmente mujeres y personas de color, con las tasas más altas de error.
Se trata de una decisión que debería causar terror, tanto dentro como fuera de Londres.
