1968 no solo es el movimiento estudiantil, también un sin fin de contraculturas, por ello te mostramos cómo sonaba esa época. Las bandas, canciones y música de una una generación
Al pensar en 1968, de inmediato nos remontamos a la matanza del 2 de octubre, sin embargo, esta época, tiene mucho más que eso, pues fue un cambio de pensamiento y paradigmas sociales. Tendríamos que remontarnos a la idea de que la generación que en los sesenta eran adolescentes, venían de padres sumamente estrictos, los cuales vivieron la postguerra, por ello la rigidez. Hablar de la música y sonidos de 1968, es solo una parte para comprender la historia.
Sin embargo, son justamente estos jóvenes los que comienzan a cuestionar y romper con las reglas, para poder crear su propio camino.
Se caracterizaban por el cabello largo, su gusto por el rock, la libertad de pensamiento y su actitud “rebelde”. Pero, ¿qué escuchaban en 1968? estas son algunas bandas que sonaban: “Los Nakos”, “Los Dug Dugs”, “Javier Bátiz”, y “Three Souls in my Mind”, que después se convertiría en “El Tri”.
Además de bandas extrajeras cómo: “The Beatles, Rolling Stones, The Who, The Kinks, The Cream, Union Gap, The Doors, Eric Burdon, Byrds, Jimi Hendrix y Pink Floyd”
Era tal la necesidad de los jóvenes, que se empezó a plasmar en la música. De acuerdo con el profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Armando Rojas Árevalo, nos comentó en entrevista:
“Había algo que nos encantaba, ya no hablo del rock de los cincuenta, si no del rock de contenido, con canciones de contenido. Óscar Chávez, fue uno de nuestros artistas predilectos y comenzó a tocar en la UNAM”
Hablar de 1968 y no mencionar a Óscar Chávez, es imposible, fue una de las figuras de la música de protesta por excelencia. Comenzó su carrera tocando en las islas de Ciudad Universitaria.
Otra cantante que acompañaba a Chávez era Amparo Ochoa, mexicana que pertenecía al movimiento musical de la Nueva Canción de América Latina.
Además sonaban artistas como Amparo Ochoa, Judith Reyes, Violeta Parra y la argentina Mercedes Sosa, con su sonido ranchero y corridos, lograban crear canciones de protesta.
Otra de las agrupaciones importantes fueron Los Nakos, dueto que se dedicaban a hacer parodias de canciones populares con letras que incluían mensajes políticos. Uno de los fundadores, Ismael Colmenares, fue detenido en 1971 por cantar contra el gobierno.
The Rolling Stones, Bob Dylan, Pink Floyd, Janis Joplin, The Doors, Deep Purple, y The Beatles eran figuras completamente poderosas que emergían con un sonido peculiar y novedoso, con el cual los jóvenes se sentían identificados.
Además en México sonaban bandas rebeldes como Three Souls in my Mind, la cual dió paso a la música protestante
“era una música con cierto contenido de protesta social, era lo que nos guiaba, pero la final de cuentas queríamos el cambio de las costumbres, de los modelos y los arquetipos impuestos por nuestros padres, más no era un cambio de carácter ideológico o político”
Pero no todo era rock en México, ya que también se escuchaban los tríos, y música influenciada por el cine, con figuras como Angélica María, Julissa, Alberto Vázquez y Enrique Guzmán, los cuales eran vistos como figuras de rebeldía. Recordemos que los jóvenes buscaban romper con los paradigmas impuestos por sus padres tan estrictos.
Judith Reyes, fue otra figura femenina poderosa que hablaba sobre las injusticias y con su música logró llegar a nuevos oídos y plasmar nuevas ideas. Al punto que de acuerdo con la periodista Liliana García Sánchez, la cual escribió un libro basado en la vida de la cantante, narra que en 1969, hombres enmascarados y armados con metralletas sacaron a Judith de su casa y la golpearon. Para liberarla, tuvo que abandonar la música.
¿Qué escuchaba en otras partes del mundo en 1968?
Era 1967 cuando en el barrio Haight Ashbury en San Francisco estaba por presenciar el inicio del primer verano del amor, es decir, el movimiento hippie, todo ello sumado con la liberación femenina, el uso de los anticonceptivos y también de sustancias psicotrópicas como el LSD.
Incluso fue en el Parque Golden Gate, donde se reunieron casi 30 mil personas para oponerse a la prohibición del LSD, todo ello en compañía de canciones como “Somebody to love” y “White Rabbit” de Jefferson Airplane.
Bandas como “The Grateful Dead” eran populares entre los jóvenes, y mientras escuchaban esto, el sonido los envolvía con el uso de sustancias.
1968 fue un año tenso, que representa un despertar social importante, pues los movimientos estudiantiles estaban por todos lados, China, Francia, México, mismas que eran reprimidas con gran fuerza por parte del estado.
Así fue como comenzaron las contraculturas, que buscaban liberar, y la música fue un medio de expresión poderoso, ya que a través de las letras se expresaba todo eso que por tanto tiempo se había callado.
Además de la francesa Collette Magny con su poderosa voz, inspiró a la rebeldía.
Bob Dylan es otra figura clave en este movimiento, ya que se mantenía en contra de la guerra de Vietnam, así como las elecciones próximas de Estados Unidos y la segregación. Situaciones que creaban descontento entre los jóvenes estadounidenses.
Dylan fue un himno de protesta mismo que después Jimi Hendrix retomaría para su disco Electric Ladyland, publicado pocos días después de la masacre de Tlatelolco.
Otra banda que emergió fueron “The Doors” con su éxito “Light My fire”.
Willie Nelson sonaba on “On the road again” con la cual los jóvenes se animaban a huir de casa y construir su camino propio.
Después de la matanza del 2 de octubre de 1968, se crearon muchas canciones, además de que la música continuó con mensajes de protesta en contra del gobierno. Incluso bandas como Caifanes han dedicado canciones como “Antes de que nos olviden”, recordando la trágica fecha.
1968, un año turbio, lleno de cambio, pero también interesante, lleno de contracultura y música. Lo cual nos hace entender la realidad más allá de un solo hecho.
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