Luego de los Globos de Oro comienzan a perfilarse los candidatos que buscarán obtener el Óscar.
Uno de esos casos es Bohemian Rhapsody, que gana confianza con los dos relucientes premios conseguidos gracias a la Asociación de la Prensa Extranjera.
Hay otras, intentando tomar aliento de cara a los próximos galardones y círculos críticos como The Favourite o Green Book.
Las cartas parecen estar sobre la mesa de forma cada vez más decisiva. De hecho, algunas de las películas que parecían apuntar hacia una victoria segura han ido perdiendo fuerza con estos y otros premios –es el caso de First Man o Suspiria–, mientras que propuestas más pequeñas como If Beale Street Could Talk, afianzan sus posiciones entre público, crítica y académicos.
Los premios entregados por la Asociación de la Prensa Extranjera no deberían pasar desapercibidos: hace dos años, La La Land se convirtió en hito como la película más premiada de la historia de los Globos de Oro, y luego protagonizó el vergonzoso hecho en donde “casi” gana el Óscar a Mejor Película; sin embargo, ese incidente no debería hacernos olvidar sus seis estatuillas.
Y el año pasado, Three Billboards Outside Ebbing, Missouri se hizo con cuatro globos, mientras que The Shape of Water se quedaba con dos.
Queda más de un mes para la gala de la 91ª edición de los Premios Óscar. Parece que la Academia de Hollywood sigue sin encontrar a una presentadora o un presentador, tras la renuncia de Kevin Hart por algunos tweets homofóbicos.
Aunque después del apoyo público de una personalidad tan influyente como Ellen DeGeneres, el actor podría estar reconsiderando la opción.
Con o sin presentador, con o sin discursos políticos, y con o sin errores, estas parecen ser a día de hoy las películas con más opciones de convertirse en los títulos recordados, de alguna u otra forma, por la Academia de Hollywood.
Roma
Es una de las películas del año, consiga la estatuilla o no. Es muy probable que apunte hacia el galardón de “Mejor Película de Habla no Inglesa”, y tiene muchos méritos para llevarse también el premio a la mejor dirección.
La persona que se ha hecho con el Globo de Oro en esta categoría –como es el caso–, ha repetido la jugada en los Óscar los últimos años.
Green Book
En diciembre se hizo con el premio a Mejor Película en la National Board Review –la asociación de críticos norteamericanos–, y poco después sedujo a los críticos de Phoenix.
Y suma y sigue desde que ganó el premio del público en el festival de Toronto. Tiene mucho a su favor a nivel temático y de timing para gustar a los académicos.
If Beale Street Could Talk
Barry Jenkins consiguió el Óscar a Mejor Película con Moonlight, pero se quedó con las ganas del premio a Mejor Dirección. Esta vez podría volver a intentarlo con este drama racial ambientado en los años 70.
Regina King, que se ha hecho con el Globo de Oro a Mejor Actriz de reparto, y que aportó cariz revindicativo a la gala, parece destinada a revalidar nominación en esta categoría, si no directamente hacerse con el premio tras conquistar a los críticos de Nueva York y Los Ángeles.
La película, además, ha cogido fuerza gracias a su reconocimiento entre los críticos de Columbus y los Satellite. Parece una apuesta segura como película pequeña entre las nominadas.
Bohemian Rhapsody
Parecía que la película de Bryan Singer se iba a quedar como el éxito de público que no consigue triunfar en los premios. Y, sin embargo, no ha dejado de hacer méritos.
Los Globos de Oro a Mejor Drama y Mejor Actor para Rami Malek se suman a las nominaciones y reconocimientos en los Critics Choice Awards, los Satellite, el sindicato de productores, el de actores y la Asociación de Críticos de Chicago.
Malek tiene una oprtunidad de acariciar una estatuilla por su interpretación de Freddie Mercury.