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Ser el propietario de un inmueble en arrendamiento no debe porqué estresarte.
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Existen algunas alternativas para rentar con seguridad y evitar problemas.
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Deja de preocuparte que tu inmueble sufra daños importantes, mira qué cuidar.
Tener una propiedad en arrendamiento es una buena opción para generar más ingresos, aprende cómo rentar con seguridad.
Siempre existe el nerviosismo de que el inquilino deje de pagar la renta o que la vivienda sufra daños importantes.
Estas alternativas te ayudarán para rentar tu casa o departamento en forma segura.
Cómo rentar con seguridad
Elige con cuidado a tu inquilino
El mejor remedio para evitar un inquilino moroso es la prevención.
Seleccionar cuidadosamente al inquilino puede ser uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en el proceso de rentar con seguridad una propiedad.
Para conocer su solvencia económica puedes solicitar recibos de nómina y hasta un informe del buró de crédito.
Solicita también un comprobante de domicilio y dos o tres referencias personales, para que puedas asegurarte de que es quien dice ser.
Este punto puede ser mucho más fácil si se gestiona la renta a través de un profesional como RE/MAX ya que el potencial inquilino se mostrará más dispuesto a entregar sus datos personales y económicos a un profesional inmobiliario.
De hecho muchos profesionales inmobiliarios solicitan a empresas especializadas una póliza de protección jurídica para el dueño del inmueble, estas empresas hacen una investigación completa con referencias bancarias y comerciales.
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Apóyate en la ley
Encontrar una persona con solvencia económica y buen historial de crédito no garantiza que sea un buen inquilino, por ello se recomienda elaborar un contrato con la asesoría de un abogado o un profesional inmobiliario.
El contrato será de gran utilidad en caso de incumplimiento por parte del inquilino.
El Código Civil Federal establece que hay arrendamiento cuando las dos partes contratantes se obligan recíprocamente, una, a conceder el uso o goce temporal de una casa, y la otra, a pagar por ese uso un precio.
Por ello para rentar un inmueble es preciso contar con documentos que te acrediten como dueño.
Además, por ley, estás obligado a declarar ante el Servicio de Administración Tributaria el ingreso por la renta.
Contrato de arrendamiento
Un contrato de arrendamiento deberá contener al menos los siguientes datos:
- Nombre del arrendador y arrendatario
- Ubicación del inmueble
- Descripción detallada del inmueble, de las instalaciones, y servicios adicionales como teléfono y estacionamiento, así como el estado que guardan cada uno de ellos
- Monto de la renta
- Garantía, en su caso
- La mención expresa del uso habitacional del inmueble arrendado
- El término del contrato (generalmente un año)
Las obligaciones que el arrendador y el arrendatario contraigan adicionales a las establecidas en la ley, como una cuota adicional en caso de que se retrase en el pago, permitir o no mascotas en el inmueble, fechas en que deberá pagar la renta y cómo debe de dejar el inmueble al momento de desocuparlo.
Pide fianza o aval
Una fianza de arrendamiento inmobiliario es un contrato mediante el cual una afianzadora (fiador) se obliga a pagar al beneficiario del contrato (arrendador), las obligaciones contraídas por el arrendatario (fiado), en caso de que éste no lo hiciera.
El aval, por su parte, es un respaldo que da un tercero sobre los pagos que asume el inquilino. En caso de que éste deje de pagar, será el avalista el responsable de saldar la deuda como si fuera suya.
Contrata un seguro
Una alternativa interesante a considerar es la contratación de seguros que cubran los impagos o desperfectos ocasionados por el inquilino en la vivienda.
De este modo se evita el esfuerzo de pago inicial por parte del inquilino que requiere la constitución del aval o la entrega de una fianza.
Diferentes compañías ofrecen pólizas de seguros con un abanico de coberturas que cubren diferentes supuestos.
El costo dependerá de la cobertura de la póliza, es decir, de la cantidad de dinero asegurada en caso de impago o daños, así como de la renta de la vivienda y de la compañía aseguradora elegida. El importe puede ser pagado por casero o inquilino.
Rentar con seguridad tu inmueble es posible, solo es cuestión de ser cuidadoso en todo momento.