El presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó un comentario sobre la clase media que desató millas de comentarios en redes sociales y que dejó mucho que entrever en su forma de gobernar.
“Hay un sector de la clase media que siempre ha sido así muy individualista, que le da la espalda al prójimo, aspiracionista, que es lo que quiere es ser como los de arriba , encaramarse lo más que se pueda, sin escrúpulos morales de ninguna índole como son partidarios del que no tranza no avanza, es increíble cómo apoyan a gobiernos corruptos … yo lo atribuyo a que son muy susceptibles a la manipulación “. Mencionó Obrador el pasado 13 de junio durante la mañanera.
Obrador llamó a la clase media “aspiracional y egoísta” por ser personas que no se dejan manipular, que leen el “Reforma” y que según él son las que no permiten el cambio de política e ideología en nuestro país. Bueno, vamos por partes.
Primeramente podríamos decir que ese es un discurso clasista y de odio, un discurso que muestra mucho sobre la forma en cómo concibe el mundo el presidente, además evidentemente de qué es lo que él desearía de la población popular para poder gobernar a su gusto.
Y continuó:
“Sectores de clase media fueron influenciados , se creyeron lo del populismo, el de que íbamos a reelegirnos, lo del ‘mesías tropical’, el ‘mesías falso’, etcétera, etcétera, etcétera, pero hasta las piedras cambian de modo de parecer. Es muy interesante cómo la gente humilde, la gente pobre sí internalizó bien el mensaje “
Su comentario hizo mucho eco en gran parte de la sociedad, puesto que muchos nos identificamos con dicha “clase media”, eso en nuestro imaginario, sin embargo, las cosas no son así. Comencemos por qué es la clase media en México.
Pero, ¿Qué es la clase media exactamente?
Teóricos y sociólogos han intentado clasificar la llamada “clase media” y aunque la mayoría de los mexicanos creemos ser parte de ese sector porque pensamos “no soy rico pero pobre”. Sin embargo, algunos sociólogos la clasifican cómo:
Por un lado tenemos a Marx , quién habla de las clases sociales y menciona que estas no se definen por no se definen por su posición en escalas lineales de poder o riqueza, sino por su función estructural en las relaciones de producción. Es decir, las relaciones sociales dentro de la producción que crean estructuras y clases dentro de nuestra sociedad.
Ejemplo de ello son los dueños de los medios de producción, o bien, los denominados “burgueses”. Los Y dentro de estos existen los pequeños burgueses, que son aquellas personas que poseen algo de propiedades pero no la suficiente como para poder explotarla.
Pero lo interesante de esta clase social es su postura ante los verdaderos burgueses, pues probablemente está en contra de su ideología, aunque es consciente de que no podrá pertenecer a ella, y por qué no decirlo, tiene aires de liberación.
Entonces, hasta e momento entendemos a la clase media como aquella que sí tiene lo necesario, propiedades y bienes pero no los suficientes como para crear un emporio de ello, además de ser una clase social activa, con ideologías propias.
Esto en términos sociológicos pero ¿Y en términos monetarios?
De acuerdo con cifras del INEGI y la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado (AMAI) , alrededor de 14.5 millones de hogares en el país pertenecen a las clases de medios, y esto representa un 41% de las viviendas en el país. Un promedio de 4 de cada diez hogares.
Conforme a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), dijo que para pertenecer a la clase media se debe tener un ingreso mensual de entre 6 mil 260 y los 16 mil 700 pesos. Y aunque el 61% de los mexicanos se identifican como parte de la clase media, aunque en realidad solo 12% pertenece a este estrato socioeconómico.
Entonces bien, ya entendimos la parte sociológica y la parte económica pero, ¿qué pasa con el trasfondo del discurso clasista?
Es curioso como hace unos días Obrador mostró molesto ante los memes de la división de la Ciudad de México denominándolos clasistas, pero su discurso hacía la clase media no lo considera como tal. Lo cierto es que sale a relucir una vez más la visión tan gastada y cerrada del presidente.
Habla de la guerra sucia que hizo que la clase media volteará de nuevo a la alianza PRI-PRD- PAN, cuando la realidad es que la clase media está prácticamente olvidada por este sexenio. Poco o nada se le ha puesto atención a sus necesidades; al contrario, desde los recortes en las dependencias de gobierno, la desaparición de los programas sociales como las estancias infantiles, la falta de empleo, por mencionar algunos de los muchos problemas. Todos estos han golpeado carbonatado a la clase media.
Otro de los factores que ha hecho que la clase media dejara de creer en AMLO es el hartazgo, sí, escuchar cada mañana el mismo discurso culpando a los neoliberales ya gobiernos pasados, la polarización cotidiana a la que nos enfrentamos o la inmediata de ” Fifís “si te muestras inconforme con el presidente.
Pero el mas grave de los factores que logró el giro en el voto de los ciudadanos en la Ciudad de México es la decepción. La decepción ante el cambio que creíamos posible si se alternaba el poder a un mismo partido político y que por desgracia día a día parece no haberlo. El discurso no ofende a la clase media, sólo hizo evidente el desprecio del presidente.
Por que ser “aspiracional” no es malo, tampoco prepararse para tener una mejor vida. Porque esa clase media es la que se para temprano todos los días y sale a trabajar también, la que asiste a la universidad, y lo justo tiene y un poco más de lo necesario para vivir. Es una clase que desea un cambio para mejorar, un cambio a través de la educación y la constancia.
Antes de lanzar mensajes como ese tras una “derrota política” debería replantarse su forma de hacer política si es que el proyecto de Morena quiere seguir en el poder.
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