El empresario impulsó la fiesta brava, fue propietario de casas de crianza en distintas partes y se codeó con varios exponentes de las corridas
Alberto Baillères, empresario e impulsor taurino, falleció a la edad de 90 años la noche del jueves 3 de febrero.
El poseedor de la cuarta fortuna más grande de México, según la revista Forbes. Fundó la empresa Espectáculos Taurinos de México y era propietario de varias plazas de toros.
Algunas de ellas, Nuevo Progreso de Guadalajara, la Monumental de Aguascalientes, Monumental de Monterrey, de Irapuato, de Ciudad Juárez, entre otras. Además de ser el socio de hace poco con el arquitecto Javier Sordo de la Plaza México.
Fue el dueño de cuatro casad de crianza de toros de lidia: San Miguel de Mimiahuapam, Begoña, Santa Teresa, San Martín y la española Zalduendo, además de su empresa taurina también apoyó a diversos toreros de todo el mundo.
Zalzuedo era propiedad de su amigo Fernando Domecq con quien tuvo varias pláticas sobre la crianza de ganado, por lo que cuando supo que su ganadería estaba a la venta lo contactó y en pocas horas llegaron al acuerdo de compra, por lo que don Alberto cumplió uno de sus anhelos, el cual era ser ganadero de bravo en España.
Don Alberto, quien era propietario del grupo empresarial BAL, recibió en 2015 la medalla Belisario Domínguez que otorga el Senado de la República, de la mano del Presidente de la Nación en ese entonces, Enrique Peña Nieto, además que en 1997 recibió la medalla al Mérito Ganadero que otorga la Confederación Nacional de Confederaciones Ganaderas (CNOG).
El grupo BAL es un conglomerado que incluye negocios en los sectores de comercio, minería, metalurgia, seguros y finanzas, además de ser propietario de Grupo Peñoles, El Palacio de Hierro y GNP Seguros.
Don Alberto se le conocía como El Patrón en el medio, era el taurino más poderoso del país, manejaba plazas y apoderó toreros, así también dirigía ETMSA, empresa que entre otras cosas llevaba los destinos de la tauromaquia en México.
En España construyó una plaza llamada Bilbao Vista Alegre, la cual comenzó en 2019 a construir y que tenía como fi la reconstrucción de un sitio histórico para el arte y que fue consumido por un incendio en 1961.
Durante una entrevista para el medio ABC de España, comentó cómo era su pasión por los toros.
“La tauromaquia gira alrededor de un animal salvaje e impredecible, el toro, y de un ser humano que arriesga su vida por el placer de crear en el proceso una obra de arte que emociona -a los que nos gusta-, de una manera profunda hasta provocar las lágrimas, como lo pueden hacer una obra de Picasso o Miró, o una composición musical de Bach o Beethoven. O puede ser aún más intensa porque es efímera e instantánea, que no se puede plasmar para la eternidad; es irrepetible, por lo que su impacto emocional es muy profundo. Por todo esto me siento un privilegiado al participar intensamente en el toreo”, expresó.
En 2015 presentó en Madrid la Fusión Internacional por la Tauromaquia (FIT), una sociedad junto al actual gestor de la plaza Badajoz, José Cutiño. Mientras en en 2017 pasó de gestor a propietario del coso de Pardaleras al comprarlo a la familia Chopera, propietaria del lugar que tenía en venta desde hace años.
Esta plaza está considerada como una de segunda categoría, cuenta con un aforo de 13 mil personas y se inauguró el 24 de junio de 1967.
La actual cara de FIT es Cutiño, pero detrás del conglomerado se encuentra la empresa mexicana de Alberto Baillères, la sociedad también ha dirigido las carreras de toreros como Morante, Ginés Marín y Leo Valadez.
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