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De acuerdo con Forbes, un mal líder tiene 93 por ciento de posibilidad de hacer que su equipo tenga mala productividad
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En estos grupos de trabajo, cerca de la mitad de los subordinados están pensando en renunciar
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Menos del 2.6 por ciento de todos los jefes ayudan a que sus colaboradores se sientan muy involucrados en su labor
La definición de habilidades blandas es mucho más extensa de lo que podría parecer en un principio. Y es que este grupo de aptitudes abarcan prácticamente cualquier capacidad que no está considerada como un requisito para desempeñar una tarea técnica precisa. Esto incluye desde la capacidad de recordar fácilmente hasta tener una buena organización en la vida diaria. Por supuesto, las soft-skills que tiene un líder son mucho más complejas que eso.
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Esto se debe a que las personas que saben dirigir a sus equipos de la forma más efectiva posible no solo deben saber trabajar eficientemente o tener control sobre sus tiempos. El CCL apunta que un gran líder basa su trabajo en principios como la honestidad, la comunicación y la confianza. Por su lado, TaskQue dice que además son inspiradores, creativos y empáticos. Eso sin contar que, como apunta Adam Enfroy, son una influencia positiva para su entorno.
Todas estas características parten, por supuesto, de la capacidad para ejecutar una serie de habilidades blandas clave que tiene cualquier buen líder. De acuerdo con Lolly Daskal, hay 10 soft-skills específicas que están involucradas en esta dinámica. Ya desde la semana pasada se habían mencionado cinco, entre ellas conciencia de sí mismo y el reconocimiento del gran peso de la comunicación. Pero hay otras capacidades también elementales en este ámbito:
Un buen líder puede resolver problemas creativamente
Para muchas empresas e individuos, la creatividad es una característica casi innata de las personas o las organizaciones. Lo cierto es que se trata de una habilidad blanda que no solo cualquiera puede tener, sino que todos pueden desarrollar. Aquellas personas al frente de un equipo no solo son capaces de emplearla para encontrar respuestas fuera de lo común incluso a los problemas más sencillos. También sabe cómo inspirarla entre el resto de su comunidad.
Acepta sin reparos la retroalimentación
Hay un viejo dicho en el entorno empresarial, que apunta que “aquello que no se puede medir, no se puede mejorar”. Por lo general, personas y marcas entienden que se refiere a procesos de negocio y otros elementos más formales. Lo cierto es que es un principio mucho más complejo que también tiene que ver con la mejora personal. Un excelente líder no solo está dispuesto a señalar los errores de otros. También está dispuesto a observar sus propias fallas.
Sabe cuándo un líder se comunica en público y en privado
Los mejores jefes no son aquellos que solo tienen halagos y comentarios positivos para su equipo. Son personas que saben decir a sus colaboradores cuando están haciendo las cosas mal. Más importante aún, están muy conscientes que las críticas y correcciones tienen que hacerse en el ámbito privado. Al mismo tiempo, saben de las ventajas de felicitar y reconocer el esfuerzo de los demás en público. Esto, por su entendimiento de la motivación personal.
Está consciente de cómo inspirar y motivar a la gente
Prácticamente todas las personas pueden dar indicaciones. En este sentido, un líder no es aquel que ordena a la gente qué es lo que debe de hacer. Una buena figura al frente de un equipo sabe cómo lograr que los colaboradores quieran salir adelante por gusto y esfuerzo propio. Las cabezas saben cómo lograr que la gente realmente se sienta parte de una misma unidad. Más crucial aún, sabe transmitir cómo el éxito de la marca es un triunfo para cada uno.
Tiene un papel como líder mentor
Aquellas personas que dirigen al resto de sus colaboradores no están al frente solo porque sepan lo que hacen y pueden inspirar y motivar. También tienen la capacidad de tomar de la mano a sus demás compañeros y ayudarlos a crecer. Las asesorías y el coaching se han vuelto una gran forma de fomentar talento excepcional dentro de las mismas empresas. Por ello, es una habilidad blanda realmente crucial para cualquier profesional de la industria.