Desde 1992 el 19 de noviembre fue establecido como el Día del hombre, esto después que Thomas Oaster, profesor de la Universidad de Missouri Kansas lo propusiera.
Al igual que en el Día de la mujer, su objetivo es promover la equidad de genero y celebrar a los hombres que por su actitud y contribuciones positivas a la sociedad, se lo merecen.
Esta fecha no es reconocida oficialmente por la ONU, pero es celebrada mundialmente desde 1999. Y es apoyada por organismos dependientes de la UNESCO y la ONU, como la Organización Panamericana de la Salud.
¿Cómo debe influir esta fecha en nosotros?
Ya lo mencionamos antes, uno de sus propósitos es la igualdad de genero, ni que las mujeres tengan más de derechos, ni que los hombres los tengan. Que ambos sean respetados y valorados por igual.
Al igual que se cometen injusticias con las mujeres, con los hombres existen ciertas situaciones.
De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Mexicano de la Juventud, el maltrato al hombre es más habitual de lo que parece. Imaginen que de un total de 5.632 personas denunciadas el 23,8 por ciento son mujeres que cometieron violencia domestica.
Sin embargo, las cifras podrían ser más altas, pues el Colectivo Hombres Sin Violencia asegura que en México 4 de cada 10 hombres sufre algún tipo de violencia perpetrada por una mujer. Además, sólo el 4 por ciento presenta denuncia.
El IMJUVE enlisto algunos motivos que pueden ser muy comunes en estos casos:
La mayor causa es por vergüenza, en nuestro país todavía existe una ideología de patriarcado y machismo. El hombre es históricamente un estereotipo de gran fuerza física e insensibilidad, todo lo contrario que la mujer.
Entonces es normal que un hombre violentado prefiera quedarse callado a ser objeto de burla y risas.
Por los motivos anteriores también surge la posibilidad de que el caso pierda credibilidad. El IMJUVE señala que las autoridades no suelen darle importancia o credibilidad a este tipo de casos y minimizan la situación.
Otro factor que influye mucho es la negación, este es un problema mayor, pues la víctima se hace la idea de que el problema no es tan grave. Tanto para hombres como para mujeres, la negación representa un problema psicológico.
La violencia en una relación no solo se trata de agresión física y sexual, también puede ser psicológica. Normalmente inicia con un comentario incómodo (se del aspecto o sobre la inteligencia) y poco a poco se vuelve en agresión física.
Es importante saber que a cualquier alerta de agresión se debe buscar ayuda o terminar la relación. Pero sobre todo, entender que estas situaciones no son normales, ni saludables o mucho menos comunes de una relación.
Por otro lado, el IMJUVE asegura que en el caso de algunas relaciones homosexuales, la víctima no se atreve a denunciar por miedo a reconocer su sexualidad públicamente. La mayoría porque se oculta de sus familiares.
Poco a poco nuestro país se ha vuelto más tolerante a algunos aspectos que en épocas pasadas estaban mal visto. Pero es claro que todavía hay mucho camino por recorrer para lograr un país donde mujeres y hombres puedan vivir en igualdad.
