Aunque parezca obvio, NO, el asesinato nunca se justifica, independientemente de la orientación sexual del asesino.
Y es que luego de que se produjo un tiroteo en la escuela Covenant de Nashville, Tennessee, en el que murieron tres niños de 9 años y tres adultos. La atacante, una mujer transgénero, iba armada con dos rifles de asalto y una pistola. La policía de Nashville se enfrentó a la atacante y ella murió en el tiroteo.
La policía de Nashville ha difundido videos de vigilancia que muestran a la persona sospechosa del tiroteo en la escuela. En las imágenes se ve cuando los disparos impactan en una puerta del lugar y también se observa a Aiden Hale. Además, se ha publicado un video en el que se ve cómo la atacante atraviesa las puertas de cristal a tiros y apunta con un fusil semiautomático por los pasillos en la escuela.
Las razones del tiroteo siguen sin estar claras, pero se ha comprobado que la atacante había planeado cuidadosamente el asalto, trazando un mapa detallado y vigilando el edificio, según la policía. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se refirió al tiroteo en un discurso y dijo que los tiroteos masivos están desgarrando el alma de la nación.
¿Se justifica el asesinato?
Luego de saberse que la atacante era una mujer trans, salió un comunicado en la cuenta oficial de Red de Resistencia Trans que dice lo siguiente:
Es cierto que muchas personas transgénero luchan incesantemente en contra de la discriminación, ansiedad, depresión, pensamientos suicidas, odio y más acciones todos los días, sin embargo, nada justifica lo que hizo Aiden Hale.
Gay Panic
En Estados Unidos existe la figura de la “defensa Gay Panic” es una estrategia legal en la que un acusado afirma que la orientación sexual o la identidad de género de la víctima lo llevó a entrar en un estado de pánico, lo que llevó a una reacción violenta.
Esta defensa se utiliza en casos de agresión, violación o asesinato, y básicamente culpa a la víctima por las acciones del acusado.
En Ohio, por ejemplo, un hombre fue ejecutado por el asesinato de un hombre homosexual, al que sedujo con falsas promesas de sexo para robarlo en 1985. El asesino argumentó “Gay Panic” para justificar su crimen, pero fue condenado a muerte y ejecutado.
Esta defensa es ampliamente criticada en el plano jurídico y su uso tiene varias consecuencias.
En primer lugar, perpetúa estereotipos dañinos y la discriminación contra la comunidad LGBTQ+. La defensa se basa en la suposición de que ser LGBTQ+ es una enfermedad mental y que las personas LGBTQ+ son inherentemente amenazadoras o peligrosas. Esto refuerza actitudes negativas hacia la comunidad y puede conducir a más violencia y discriminación.
En segundo lugar, puede resultar en sentencias más leves para los acusados que utilizan esta defensa. En algunos casos, los acusados han sido absueltos o han recibido sentencias reducidas debido a la “defensa Gay Panic”. Esto envía un mensaje de que la violencia contra las personas LGBTQ+ de alguna manera está justificada o es excusable.
Finalmente, el uso de esta defensa puede tener un impacto negativo en la salud mental y el bienestar de las personas LGBTQ+. Puede crear un clima de miedo y ansiedad, ya que las personas LGBTQ+ pueden preocuparse de que sean blanco de la violencia y de que sus agresores utilicen esta defensa en el tribunal.
Varios estados han tomado medidas para prohibir el uso de la defensa “Panic Gay” en los tribunales. A partir de 2021, 12 estados y el Distrito de Columbia han aprobado leyes que impiden que los acusados afirmen la defensa de pánico gay y trans en el tribunal. Sin embargo, la defensa sigue siendo legalmente admisible en 39 estados.
Es cierto, los crímenes de odio por homofobia son un problema grave en todo el mundo. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha elaborado un estudio sobre la orientación sexual, la identidad de género y la expresión de género, y ha establecido estándares relevantes para proteger los derechos humanos de la comunidad LGBTI.
En México, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) ha informado sobre crímenes de odio por homofobia en el país.
Sin embargo, nada, ni la orientación sexual del asesino o la facultad mental del mismo, debería justificar un asesinato.
