El gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró que Salvador Ramos ya había advertido sobre sus intenciones en redes sociales: “Voy a dispararle a mi abuela” y “Voy a disparar a una escuela primaria”, fueron algunos de los mensajes que escribió.
Así como lo informó Factor Nueve en días pasados, la masacre de Estados Unidos en una escuela primaria de Texas consternó a todo el mundo, cuando la noticia llegó a escala global sobre un joven de 18 años que irrumpió en el colegio Robb con una pistola de mano y un rifle AR-15, desde donde asesinó al menos a 21 personas (19 de de ellos niños y dos maestras). De nombre Salvador Ramos, supuestamente el implicado sufría de abuso escolar por su timidez y ser tartamudo, además de tener una madre con adicciones.
De acuerdo con una cronología realizada por la cadena BBC, el gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró que Salvador Ramos ya había advertido sobre sus intenciones en redes sociales: “Voy a dispararle a mi abuela” y “Voy a disparar a una escuela primaria”, fueron algunos de los mensajes que escribió. Publicaciones que se hicieron realidad, ya que antes de dirigirse al colegio disparó en contra de su abuela de 66 años.
Entre tantos testimonios desgarradores, uno fue el de Elisha Mata, cuyo sobrino estaba en el centro, relató a The New York Times que el personal de la escuela apagó las luces y les dijo a todos que se callaran. En tanto, Marcela Cabralez, una pastora de una iglesia local, narró a Washington Post que su nieta estaba almorzando con otros compañeros cuando escuchó un ruido fuerte proveniente del exterior, incluidos disparos y cristales rotos.
Si bien este delito no tiene justificación alguna, la madre de Ramos, Adriana Martínez Reyes, aseguró que su hijo tuvo razones, pero también ofreció disculpas a los familiares de las víctimas, mismas que hoy yacen en un féretro. Después de salir de la iglesia de la comunidad Uvalde en Texas, pidió a la población no juzgar a Salvador por el violento ataque, pues “él tenía sus razones”.
“No tengo palabras, no tengo palabras para decir, porque no sé lo que estaba pensando, él tenía sus razones para hacer lo que hizo y por favor, no lo juzguen yo no´más quiero…a los niños inocentes que se murieron, perdóname”, dijo.
En contraste, el padre de Salvador Ramos pidió perdón por lo que hizo su hijo y destacó que “debió matarme a mí”, en lugar de los 21 inocentes que fueron arrebatados de la vida por su hijo. Con información recabada por Publimetro, supuestamente su padre en una entrevista local comentó: “quiero que la gente sepa que lo siento. Siento lo que hizo mi hijo. Nunca esperé que hiciera algo así”.
Según este medio, el hombre de 42 años admitió que no había pasado mucho tiempo con su hijo, ya que no trabajaba en Uvalde y por la pandemia de covid-19. Supuestamente su abuela tenía cáncer y por eso, no podía arriesgarse a que se contagiara de coronavirus.
“Nunca veré a mi hijo de nuevo. Nunca veré a mi hijo de nuevo”, lamentó.