El consumidor de productos usados o de segunda mano no le mueve únicamente el factor económico. Es un comprador joven, consciente e informado que aboga por un consumo responsable
En los últimos años, el mercado de segunda mano ha experimentado un crecimiento notable. Ante el aumento de los precios y la escasez de suministros en los últimos meses, la compra de bienes usados se reafirma como una opción a tener muy en cuenta por quienes buscan no sólo ahorrar algo de dinero al hacer sus compras, sino también consumir de manera sostenible.
A nivel internacional, uno de los sectores que ha ganado terreno y popularidad es la venta de ropa, incluso existen plataformas especializadas que se han desarrollado en torno a esta tendencia. Uno de los ejemplos es COS, la marca sueca perteneciente a Grupo H&M ha anunciado el lanzamiento de su plataforma Resell, la cual busca “extender el ciclo de vida de la ropa COS a través de la reventa: un espacio para comprar y vender prendas usadas”.
Como ya se había señalado con antelación, una de las principales motivaciones de los consumidores con respecto a esta práctica de segunda mano, es la situación económica, pero no exclusivamente, ya que también puede ayudar a proteger el medio ambiente al disminuir la cantidad de residuos. Además, puede fomentar el desarrollo de la economía circular, permitiendo a otras personas recuperar una parte del valor de sus bienes usados antes de deshacerse de ellos.
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De acuerdo con los datos del Statista Global Consumer Survey, mientras que en 2020 el 46 por ciento de los encuestados en México declaraban comprar artículos de segunda mano, el porcentaje ascendía a 50 por ciento este año. Por lo que respecta a los artículos más populares, la ropa es el preferido por los mexicanos en sus compras de segunda mano. Así, conforme el portal de estadística Statista, el 21 por ciento de los encuestados afirmó haber adquirido ropa usada en los últimos 12 meses. A esta le siguen el calzado y los productos electrónicos con 12 por ciento cada uno.
¿CUÁL ES EL PERFIL DEL CONSUMIDOR?
De acuerdo con Statista, el consumidor de productos usados o de segunda mano no le mueve únicamente el factor económico. Es un comprador joven, consciente e informado que aboga por un consumo responsable y busca una buena relación calidad-precio. “De igual forma, le resulta seductora la idea de conseguir piezas únicas o menos accesibles que las procedentes de una cadena de producción”.
“La edad ha tenido un impacto directo en los canales de distribución. Dicho d otras forma, no todos los interesados acuden regularmente a los mercadillos de pulgas o rastros. Es por ello que las nuevas tecnologías se erigen como sus grandes aliados y los marketplaces de productos de segunda mano se han convertido en nuevos espacios virtuales donde potenciales compradores y vendedores intercalan sin límites espacio.temporales”, refiere el portal.