El contenido analiza hechos que abarcan tres administraciones que estuvieron a cargo de la Línea 12: la de Marcelo Ebrard (2006-2012), Miguel Ángel Mancera (2012-2018) y la vigente con Claudia Sheinbaum, que arrancó en 2018 para concluir en 2024.
Una nueva revelación sobre la Línea 12 atrajo al ojo público este lunes, con la filtración de la última fase del informe sobre las causas del desplome en mayo del año pasado, que cobró la vida de 26 personas y un centenar de heridos. Si bien las dos primeras partes fueron publicadas por la administración de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, en junio y septiembre del año pasado, el contenido de esta última no se ha difundido a través de canales oficiales. No obstante, El País, hizo público los resultados del informe de la empresa Det Norske Veritas (DNV), la cual fue contratada por el gobierno de la CDMX para determinar lo que provocó la caída del tramo elevado.
En este último peritaje se evidenció el desgaste natural provocado a lo largo del tiempo por una supuesta falta de mantenimiento y de inspecciones regulares. El contenido analiza hechos que abarcan tres administraciones que estuvieron a cargo de la Línea 12: la de Marcelo Ebrard (2006-2012) que la construyó, Miguel Ángel Mancera (2012-2018), bajo la cual atravesó una suspensión de un año y medio entre 2014 y 2015; y la vigente con Sheinbaum, que arrancó en 2018 para concluir en 2024.
De acuerdo con el diario español, el informe de la consultora señala cuatro barreras o factores que pudieron haber prevenido las causas inmediatas del siniestro y haber hecho que no tuviera consecuencias graves. Según detalla el documento, pueden ser características del diseño, controles administrativos o falta de inspecciones preventivas.
“La primera barrera que falló, de acuerdo con DNV, fue el diseño, que no se ceñía a lo que estipulan las especificaciones estadounidenses para la construcción de puentes, un estándar de referencia en el mundo. La empresa asegura que la segunda barrera que faltó fue la certificación de la obra por parte de un ente independiente, además de una deficiente supervisión de la construcción”, apuntó el medio.
En ese sentido, la empresa agrega que en varios casos la construcción no respetó el diseño original: “Las bitácoras mostraban diversas áreas en las que el trabajo se realizó fuera de los diseños aprobados”. Eso llevó a que los supervisores de la obra reportaran disconformidades durante la construcción, pero DNV detalla que no tiene registro concreto del seguimiento de esas alertas. Como tercera instancia, fue la instalación adecuada de los pernos que “comprometió la integridad de esta estructura”.
“En el tramo colapsado, indica DNV, dos de cada tres pernos pudieron no haber cumplido su función por estar mal colocados, mal soldados o, de plano, por faltar. Eso provocó una falla en cascada de los pernos que sí servían por el desgaste acumulado en cerca de ocho años de operación”, explicó El País.
Cabe recordar que la obra fue construida por un consorcio conformado por Ingenieros Civiles y Asociados (ICA), Alstom y Carso Infraestructura y Construcción (CICSA). La última empresa, propiedad de Carlos Slim, mismo que acordó con el Gobierno capitalino asumir el costo de la reconstrucción de la Línea 12 y pagó millones de pesos en acuerdos reparatorios a la mayoría de las víctimas, pero nunca asumió la responsabilidad por lo sucedido.
“Estoy convencido de que desde su origen no tiene vicios”, sostuvo el magnate Carlos Slim, dos meses después de la tragedia.
La cuarta barrera fue la falta de mantenimiento e inspecciones. Para esto, la firma asegura que no hay registro de que se hayan realizado las inspecciones necesarias desde la inauguración en octubre de 2012 -cuatro días antes de que Marcelo Ebrard dejara la jefatura de Gobierno y asumiera Miguel Ángel Mancera- hasta siete años después, a pesar de eran requeridas por el manual de mantenimiento. En un primer momento cada tres meses y luego semestral y anualmente.
“DNV no recibió datos de dichas inspecciones entre 2012 y 2019 y no parece que dichas inspecciones se hubieran realizado”, sostiene el informe.
Con la llegada de Sheinbaum a la jefatura de Gobierno, se hizo una revisión para ver en qué condición estaba la Línea 12. No hubo ningún hallazgo entonces, pero la empresa contratada alegó que sus resultados no fueron concluyentes por un muestreo reducido y un periodo de evaluación demasiado corto. Aunado a ello, sí hubo inspecciones después de los terremotos de septiembre de 2017, así como los sismos de febrero de 2018 y junio de 2020, pero la empresa refiere que esas evaluaciones no detectaron impactos significativos en la línea. Si deseas conocer todos los detalles de este último informe, puedas dar clic en este enlace.
, Miguel Ángel Mancera (2012-2018) y la vigente con Claudia Sheinbaum.){kind=link}